Este 2017 ha estado lleno de satisfacciones para el judoca osornino Francisco Solís, porque ha logrado excelentes lugares tanto a nivel nacional como internacional.
El pasado fin de semana el deportista viajó a la ciudad de Lima en Perú, para participar en el Open de Judo, donde se colgó la medalla de bronce en la categoría más de 100 kilos.
Si bien perdió en la lucha por pasar a la final ante un deportista de Argentina, esta ubicación le dejó abierta las posibilidades para viajar el 3 y 4 de junio al Open de Panamá, una concentración en México y al Open de Cancún que se desarrollará el 1 y 2 de julio.
Por lo mismo Solís se mostró contento por lo que ha logrado en el último tiempo, indicando que "he conseguido dos podios importantes ante rivales de primer nivel, por lo que espero seguir mejorando".
Itinerario
Antes de ir a Perú, a comienzos del mes de marzo viajó hasta Argentina para participar en el Open de Buenos Aires como reserva del equipo nacional y ante todo probable pronóstico, subió al podio para colgarse la presea de plata ante experimentados deportistas panamericanos y del concierto mundial.
El único trago amargo del año fue el pasado 18 de marzo cuando participó en el Open de Santiago, donde cayó ante experimentados deportistas de Brasil y Canadá.
Trabajo
El sensei Mario Cea destacó el trabajo silencioso que ha hecho el ex alumno del Liceo Premilitar Héroes de la Concepción que actualmente vive en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) en Santiago, lugar donde combina sus entrenamientos con sus exámenes libres de tercer año medio.
"Francisco hace unos cuatro años que practica la disciplina. Siempre llegaba responsablemente todos los días a los entrenamientos en el dojo de la Municipalidad de Osorno al interior del gimnasio Monumental en la Villa Olímpica para aprender", dijo Cea.
Las largas jornadas de entrenamiento después de dos años dieron sus frutos, porque en noviembre del 2016 en el torneo más importante de la Federación de Judo de Chile se consagró campeón nacional como lo fue en el "Torneo Copa Japón" en la categoría absoluta más 100 kilogramos, venciendo a rivales de mayor edad y experticia, todos ellos cinturones negros y él cinta azul.
Esto le mereció el reconocimiento del embajador de Japón presente en el evento y los elogioso comentarios del técnico español Madera, lo que posibilitó que el presidente de la Federación lo invitara a sumarse a los deportistas nacionales en el Centro de Alto Rendimiento en Santiago, junto al también Javier Vargas, 1 del ranking de su categoría.
Fue el comienzo de una nueva etapa, porque a sus 17 años debió adaptarse a nuevos y más exigentes procesos de desarrollo deportivo en el CAR.
medallas, una de plata y otra de bronce se colgó Solís en los Open de Argentina y Perú respectivamente. 18