Los últimos días la Ministra de Educación, en entrevistas en medios de comunicación escrito, ha enfatizado el trato distinto que se le quiere dar a las universidades del Estado planteando que "el fortalecimiento de la educación estatal es un compromiso y lo vamos a incorporar", ad portas de enviar las modificaciones al proyecto de educación superior. El escaso avance en 2016 en el proyecto de reforma a la educación superior que establece una nueva institucionalidad, acreditación obligatoria y normas sobre financiamiento, ha vuelto a la palestra pública con la novedad que se buscará agilizar su tramitación en el Congreso, quitando temas reglamentarios y diluyéndose la idea de separar la iniciativa.
Ya existen voces que sin conocerse la propuesta de las modificaciones esperan un cambio importante en el proyecto y el fantasma del Tribunal Constitucional amenazando ante cualquier atisbo de discriminación. Como rector de una universidad estatal regional, sin duda, valoramos el planteamiento de la cartera de Educación de fortalecer a los planteles estatales, apoyo que no estará exento de exigencias. Esperamos como universidad que no se desdibujen los temas centrales del proyecto y no se pierda el horizonte, que no es más que fortalecer la educación superior, garantizando a los estudiantes una educación de calidad y oportunidades de ingreso a todos quienes tengan los méritos y no los recursos para pagar una carrera.
Desde las universidades estatales nos interesa sobremanera que se establezca como se relacionará el Estado con sus universidades, como se apoyará el mejoramiento y fortalecimiento de su calidad, y favorecer un esquema colaborativo y no de competencia entre nuestras universidades que apuntale el apoyo en áreas como la investigación, la movilidad estudiantil o la extensión.
Las transformaciones que requiere el sistema de educación superior son ineludibles en materia de regulación y calidad. Las dificultades que ha presentado la tramitación del proyecto de ley no han logrado los consensos necesarios, pero los estudiantes y el país no pueden seguir esperando, es necesario que nuestra clase política y grupos de interés pongan sobre sus ventajas particulares, lo que nuestro país requiere para seguir avanzando y creciendo en igualdad de oportunidades y un desarrollo armónico de los territorios.
Óscar Garrido Álvarez, rector
de la Universidad de Los Lagos