Fotógrafa volcó en un libro el legado artístico de monseñor Francisco Valdés
HERENCIA. La autora, Iberia Torres, quien vive en Inglaterra -pero de visita en el país- trajo a la ciudad el trabajo que evidencia el perfil de pintor y escultor del primer obispo de Osorno.
Un trabajo que le llevó años de investigación y que la emociona profundamente, es el que trajo Iberia Torres a Osorno, la fotógrafa y socióloga oriunda de Pucón que publicó el libro "Íconos: El arte de Fray Francisco Valdés Subercaseaux".
La artista visual narró que desde hace 50 años está radicada en Inglaterra, pero quiso este año volver a su país para continuar compartiendo el libro que la llena de orgullo y que de alguna manera la une también con Osorno y, a la vez, con cada una de las localidades que visitó durante la búsqueda del legado del primer obispo de esta ciudad. Valdés llegó en 1956 para hacerse cargo de la nueva diócesis que se había creado un año antes. Un hombre que, dijo, es reconocido como místico y misionero, pero que en silencio brotaba en él un magnífico perfil artístico.
Torres se dio a la tarea de seguir la huella del arte que desarrolló Francisco Valdés, como escultor y pintor innato.
"Él era un gran artista autodidacta y ello le viene como un legado familiar, pues su madre y abuelo materno, Ramón Subercaseaux, también eran artistas. Además el padre Pancho era sobrino de un gran pintor chileno, Pedro Subercaseaux, quien coloreó gigantografías a principio de siglo, sobre el descubrimiento de Chile entre otros temas históricos", detalló la autora.
Motivación
El libro "Íconos", tiene 120 páginas cargadas de historia y color. En cada una de ellas, se esculpe al igual que lo hizo el fraile en vida, una historia que a medida se evidencia impresiona al lector y espectador que puede apreciar en fotografías y texto, el trabajo manual de al menos 19 pinturas y decenas de esculturas que el sacerdote creó y que quedaron como testimonio de su vida, pero en profundo silencio y desconocimiento de la comunidad.
La autora del libro, cuenta que de niña conoció a Monseñor Valdés, cuando era párroco en Pucón. Ella lo recuerda simplemente como "el padre Pancho", aunque era apenas una niña que no superaba los 10 años, su figura quedó en ella y de adulta, las vueltas de la vida, la llevaron a profundizar en aquel sacerdote, que incluso la bautizó cuando tenía 6 años de edad.
"Me interesé en su obra artística, a partir de una fotografía que utilizó Correos de Chile y que es una foto mía, que yo saqué de uno de sus trabajos que es una escultura muy grande, una cruz, que está en Tromen, en el límite con Argentina en la Región de La Araucanía y ellos utilizaron esa foto y otras más, para lo que fue el lanzamiento del sello postal en septiembre del 2008", narró la socióloga y agrega que en esa fecha comenzó una profunda investigación y seguimiento de la obra artística del sacerdote Capuchino.
Logró encontrar por lo menos 19 pinturas realizadas por Valdés, las que fueron hechas sobre cruces gigantes que se encuentran en diversas iglesias, así como imágenes de Cristo resucitado, además de algunas esculturas talladas por el religioso.
En el libro, revela que hay una imagen pintada por él en la catedral de Puerto Montt, "y no sé si mucha gente lo sabe, pero Osorno es otra ciudad que alberga un legado inmenso de él", destaca la fotógrafa, quien viajó y se entrevistó con decenas de personas, para llegar a los lugares donde se encuentran obras del sacerdote.
En osorno
En la capital provincial, partiendo por la catedral San Mateo, es posible encontrar historia palpable de su arte, allí se exhibió originalmente una gran imagen de Jesús resucitado, pintado por Francisco Valdés Subercaseux en óleo sobre tela. La imagen fue intervenida a principios del año 2000, cuando el restaurador modificó la pintura original. Dicha imagen de más de cuatro metros se encuentra hoy al interior de la capilla San Pedro y San Pablo, del barrio Pedro Aguirre Cerda de Osorno.
Otra capilla que exhibe en silencio su obra es la del Espíritu Santo, de nuestra ciudad, lugar donde un Cristo crucificado fue pintado por el capuchino con óleo, sobre una plancha de madera, la que se encuentra al interior de la capilla.
Otro lugar que alberga y exhibe su obra, es la iglesia de la Misión de Quilacahuín, donde en el centro sobre el altar se aprecia una cruz pintada con Cristo al centro, también en óleo sobre una plancha de madera.
Cruces como esa, pintadas, se encuentran también en lugares como la cárcel de Osorno, en Hueyusca comuna de Purranque , entre otros lugares dentro y fuera de la Región.
Altares esculpidos por él, tabernáculos, son otras de las reliquias que guardan las iglesias y capillas, obras que fueron talladas en madera por monseñor Francisco Valdés y que quedan como testimonio de una entrega que extrapoló a su vocación religiosa.
La socióloga y autora del libro "Íconos", que en sus 120 páginas tendrá más de 200 fotografías, reflexionó sobre la posibilidad que tiene Osorno de crear una ruta con el legado artístico de Valdés Subercaseaux y agradeció la posibilidad de aportar con el conocimiento de esta entrega, un libro que puede ser adquirido en la librería Monseñor Valdés, en calle Freire 807.