Correo
Adiós Miss Lilian
Con mucho pesar nos enteramos del fallecimiento de Miss Lilian Rodríguez. Para quienes fuimos estudiantes del antiguo Saint Thomas College, nos es imposible no recordar a tan distinguida docente, siempre impecable, siempre recia, siempre atenta. Poseía un singular tono de voz y a la distancia podíamos escuchar el sonido de su gran llavero mientras giraba en sus manos, de alguna manera el sonido de la ley frente a nuestras jugarretas escolares.
Querida por algunos, tal vez no tanto por otros, para la generación 2000 fue una de las docentes más significativas e influyentes de nuestra etapa escolar. Miss Lilian, quien era la inspectora general, un día llegó a nuestra sala a hacer clases de Castellano.
A través de sus métodos firmes y un gran cariño, nos sumergió en el estudio de los clásicos españoles, cómo olvidar a Rodrigo Díaz de Vivar y sus aventuras. Debemos ser el único curso en la historia que no recuerda con pavor "El Cantar del Mio Cid". Analizábamos poesía, nos enseñó a leer "entre líneas" y nos entrego un cariño inmensurable. Acompañó a los solitarios, calmó a los que eran más revoltosos(as), pulió diamantes en bruto y dejó una vara muy alta dentro de nuestro pequeño mundo.
En lo personal le debo mucho. Ella despertó en mí una pasión por la literatura que sigue viva hasta hoy. Me animó a que no me dejara vencer por la incipiente disgrafía o el déficit atencional, me invitó a superarme, a trabajar arduamente, no por una nota o por competir, sino por ser mejor, para que lo bueno sea impecable.
Como generación lamentamos su deceso, nos habría encantado poder ir en masa a acompañarla. Muchos ya no vivimos en la ciudad y otros deben cumplir obligaciones laborales y familiares. En nuestras conversaciones sentíamos que debíamos dejar nuestro agradecimiento plasmado en alguna parte, y esta carta es la manifestación de nuestro pesar, de nuestro cariño, de nuestros recuerdos y tal vez del agradecimiento de muchos otros estudiantes osorninos que pudieron compartir con ella. ¡Hasta siempre y muchas gracias!
Andrea Zincker K., en representación de la Generación 2000 del Saint Thomas College
Incendios forestales
Bajo la mirada horrorizada de los chilenos, el país parece incendiarse por los cuatro costados. Frente a esta situación terriblemente agresiva, ¿qué hay? Un Estado asombrosamente pasivo; tal como lo ha sido por lo demás frente al crecimiento del terrorismo en La Araucanía.
Queda claro que quienes nos gobiernan son del todo incapaces de lidiar con problemas reales. Ellos, para justificar su permanencia en el gobierno, se inventan problemas que no existen o que son mucho menores, como el del mito de la "terrible" desigualdad entre los chilenos y ocupan su tiempo en darles soluciones que no solucionan nada.
Nuestros actuales gobernantes se fabrican problemas imaginarios a la medida de ellos y, por cierto, no les cuesta nada encontrarles solución tan imaginarias como aquellos. Su mundo es la irrealidad.
De aquí, su estruendoso fracaso cuando se trata de enfrentar los problemas de verdad. Para estos, no tienen ni soluciones ni capacidad para encontrarlas. Por eso, simplemente niegan que el problema exista, como sucede en el caso de los atentados terroristas en La Araucanía.
Veremos qué explicación dan ahora. En eso son maestros. Pero entretanto, la situación sigue de mal en peor. No hay duda de que el peor incendio está en la misma Moneda.
Gonzalo Ibáñez
Bomberos e incendios
La vocación de servicio se ha convertido en un slogan al que apela la mayoría de nuestros políticos para demostrar, o más bien aparentar, que su interés por llegar al Congreso se debe a su deseo de servir a los ciudadanos. Pero, ¿qué entendemos por vocación de servicio?
Bomberos es claro ejemplo de una organización basada en una real vocación de servicio. La institución, no estatal, funciona en base a la voluntariedad de sus miembros, quienes prestan un gran servicio a la comunidad sin mediar pago alguno.
A propósito de los incendios a lo largo del país, algunos hablan de crear un cuerpo de bomberos pagado, es decir, de burocratizarlos. Dicha idea parte del supuesto, arraigado en Chile, de que la vocación de servicio es sinónimo de servicio público, o mejor dicho estatal.
Sin embargo, Bomberos, a diferencia de entidades burocráticas del Estado con funcionarios pagados, no hacen paros y aplican altas exigencias a sus miembros, los cuales constantemente se capacitan para mejorar su accionar.
Si queremos apoyar a Bomberos, la solución no es convertirlos en una burocracia más, mejor fomentar la donación constante desde la sociedad civil. Si se quiere proponer apoyo desde el Estado, es decir, vía nuestros impuestos, que sea para que cuenten con mejores equipos. Porque ya tienen verdadera vocación de servicio.
Jorge Gómez Arismendi