"Nunca el Magisterio chileno ha logrado algo si no es mediante la presión"
Fue electo en noviembre para suceder al saliente Leocadio Quintupurrai a la cabeza del Magisterio en Osorno y para su período optó por integrar en la flamante directiva a representantes de la lista competidora.
Carlos Hurtado, ex militante radical y hoy independiente, tiene 69 años, más de 40 como educador y desde hace unos días está cargo de liderar el Colegio de Profesores de Osorno, en una etapa que estará marcada por los cambios que se avecinan en el país en materia de Educación.
-¿Cuál es el principal desafío que hoy enfrenta el Colegio de Profesores en Osorno?
-El principal hoy día es restaurar el gremio. Sigue siendo- quizás- el gremio más fuerte en términos nacionales, pero sí estamos muy decrecidos. Los consejos gremiales en las escuelas están funcionando sólo en algunas porque, aunque suene raro, existe temor de parte de los profesores en entrar en diálogo fecundo con los superiores de las instancias ministeriales o municipales.
-¿En qué sigue estando en deuda el Estado con sus profesores?
-Primero, para los profesores antiguos un elemento reivindicativo permanente en el Magisterio chileno es la "deuda histórica". Es un elemento que el Estado no ha sido capaz de saldar con el Magisterio. Eso por una parte. Por otra, nosotros hemos pedido una carrera participativa para todos los profesores y desgraciadamente nos hemos encontrado con una carrera que está manejada por la estructura política de los gobiernos de turno. Después viene la desmunicipalización. Si bien es cierto compartimos la necesidad de sacar las escuelas de las municipalidades, hoy día nos damos cuenta que lo que se pretende hacer es algo medio gatopardista. O sea, hacer los cambios para dejar las cosas igual.
-Precisamente se vive un período de gran incertidumbre en materia de Educación...
-Así es. Hay poca claridad en tener una línea que permita decir 'esto es lo que queremos hacer y queremos hacerlo junto con los profesores'. Eso fue lo que dijo la Presidenta Bachelet. Pero hoy nos sentimos desplazados en términos de lo que significa el ideario nuestro. Lo que nosotros queremos es una mejor educación para Chile, no para los profesores.
-¿Por dónde pasa eso?
-Pasa primero por un diálogo que llegue a un feliz término. Ellos, que son marxistas, dicen que de la unidad de los contrarios sale la verdad. Pero no lo manejan tampoco, porque como dice Mónica Echeverría, hoy día son "traidores" porque muchos de ellos anduvieron en Europa y quedaron imbuidos del sistema de libre mercado y hoy lo aplican sin asco y casi a mansalva. Casi reprimiendo al pueblo. Ellos asumieron también el compromiso de las AFP y tampoco lo quieren hacer válido. La Presidenta no dice cómo, ni cuándo, ni a qué hora.
calidad en la educación
-¿Qué hacer para mejorar la calidad de la Educación?
-La clave para mejorarla es darnos cuenta de que tenemos una sociedad que es distinta. Antes los profesores no tenían una planificación, sino solamente un registro de contenidos y funcionaba todo bien. Se achaca toda la bondad de la educación antigua a los profesores normalistas, pero resulta que en la enseñanza media los profesores no eran normalistas y funcionaban perfectamente bien. Lo que pasa es que la familia en sí, la sociedad en conjunto, ha cambiado. Hoy la familia, ambos padres, están trabajando y no hay una colaboración estrecha con el profesor como existía antes. En la práctica, hoy se le pide al profesor que críe al niño. Lo que es peor, en alto porcentaje hoy el niño viene a adquirir valores en la escuela, porque en la casa no hay tiempo para enseñar valores. Hay un problema que no se quiere discutir y se parte por echarle la culpa alguien. O sea, los profesores tienen la culpa de que la educación hoy día sea de menor calidad.
-Los padres colaboran poco con el trabajo que se hace en las escuelas...
-Yo le podría dar una serie de argumentaciones respecto de cómo se trabaja hoy día y cómo se hace la educación y uno se encuentra que en el año los apoderados, particularmente los padres, aparecen muy poco en las reuniones. Este es un trabajo conjunto. No es solamente de los profesores.
-¿Qué opina de la creación de los futuros "Consejos Locales de Educación", que reemplazarán a los Daem?
-Creemos que sólo será crear una nueva instancia, un elemento burocrático más. Si la solución para nosotros era súper simple. Era que así como las escuelas pasaron en comodato al sector municipal, bueno, ¿por qué no pasan directamente al Estado y que sean las direcciones provinciales de Educación las que se hagan cargo?. Pero que el ente en realidad funcione. Hoy día el Ministerio se va jibarizando cada día más.
-Y a su juicio ¿por qué no se hace?
-Porque no hay voluntad política para hacerlo. Es así de simple.
-Pero ¿por qué no existe esa voluntad? ¿Hay miedo de algo?
-El miedo está en el hecho de que nosotros no somos un ente productivo inmediato. Los cambios que se realizan en educación vienen a notarse después de 10, 15 o 20 años. Antes no. Entonces, cualquier mandatario o equipo que esté a cargo de esto no lo hace porque prefiere mil veces solucionar el problema del bono inmediato, que reportará el voto rápidamente. Es hora de que nuestro Chile haga una política de Estado y que no venga mañana el Gobierno de color verde y encuentre malo lo que hizo el de color rojo. Tiene que haber una proyección. Aquí no somos todos buenos ni todos malos. La derecha tiene cosas buenas y la izquierda tiene cosas buenas. Esto tiene que constituirse como tema de Estado, no sectorial.
-Como gremio ¿qué pretende hacer en el Magisterio aquí en Osorno?
-Como lo dije, restaurar el gremio, o sea, darle una participación mucho más efectiva. Iniciar un diálogo fecundo con los directores, de manera que ellos entiendan que son los primeros entre sus iguales. Que no son los gerentes de una empresa. Los Daem tienen que manejarse también en términos criteriosos para que podamos construir un espacio de discusión que nos lleve a hacer una mejor educación con participación de los profesores, de los apoderados, alumnos, de todos los entes involucrados.
Temor y paros
-¿En qué siente que ha perdido fuerza el gremio?
-En varios aspectos. Primero, por el temor que los colegas tienen en varias comunas donde están siendo presionados para que no se metan en cosas. De hecho, hay directores que apuntan con el dedo para que no vayan a paro. Yo, personalmente, nos soy partidario de las paralizaciones. Pero de repente el Gobierno no nos deja ninguna otra alternativa.
-¿El Magisterio entiende que en un paro sólo pierden los alumnos?
-Evidentemente. Tenemos clarísimo que pierden ellos. Pero si se hace un análisis histórico, y eso es lo lamentable de Chile, nunca el Magisterio chileno ha logrado algo si no es mediante la presión. Nunca. ¿Por qué, si queremos construir un país mejor, los profesores tienen que salir a la calle para pedir un pequeño reajuste?.
-Pero comparte que desde la vuelta a la democracia los profesores han ganado mucho...
-Sí, claro. Sin duda que hemos avanzado. Pero lamentamos que para eso cada vez tengamos que ir a hacer presión a la calle, cuando todas estas cosas se podrían solucionar antes. El otro año hay elecciones. ¿Qué le cuesta a un candidato reunirse con los profesores y generar un proceso de reajuste?
-¿Cuál es su posición frente a la evaluación docente?
-Yo soy partidario de que todos los entes tienen que ser evaluados. El punto es que tiene que ser una evaluación constructiva, no sirve de nada que se evalúe el profesor si el ente superior, cualquiera sea el resultado de la evaluación, lo puede dejar fuera. Que esa evaluación sirva para un desarrollo de la carrera profesional. No es lo mismo un profesor mal evaluado que uno bien evaluado. Eso es evidente.
años tiene Carlos Hurtado, el nuevo presidente del Colegio de Profesores de Osorno. 69