Hace 20 años, un grupo de jóvenes que participaban de trabajos voluntarios, sin saberlo en ese minuto, comenzaron un proyecto que hoy se llama Techo. Jóvenes indignados con la situación de extrema pobreza que vivían familias en distintos rincones del país decidieron comenzar esta lucha por terminar con la pobreza. El tiempo y el trabajo en terreno nos fueron enseñando, fuimos transformando nuestra forma de trabajar y de entender la pobreza. Pero hay algo que sigue intacto: las ganas de miles de jóvenes voluntarios de cambiarle la cara a Chile, transformando la indignación que nos provoca ver que a pesar de todo el crecimiento económico y la riqueza que tiene nuestro país, aún hay familias que se ven obligadas a vivir en campamentos.
En tiempos de desconfianza, donde se acentúa la gran fractura social de nuestro país, en un Chile que segrega, que está individualizado, donde nuestros derechos dependen de la capacidad de pago, ser voluntario es un acto valiente, un acto político que busca la transformación del país, colocando todas nuestras capacidades y sueños en un proyecto conjunto que busca terminar con los campamentos.
Durante todos los años, cientos de jóvenes en nuestra región y en Osorno trabajan codo a codo con dirigentes y vecinos de los campamentos, buscando soluciones concretas y luchando contra la pobreza, y así también durante el verano realizamos los trabajos voluntarios, donde invitamos a jóvenes a ser parte de este sueño, a encontrarse con estas micro realidades invisibles, donde claramente se puede ver que las políticas públicas de nuestro país no dan el ancho y donde hay mucho que hacer.
Está claro que nosotros, los jóvenes, no estamos dispuestos a ver cómodamente el rumbo que toma el país, estamos cansados del actual sistema político, estamos cansados de que miles de familias sean obligadas a vivir en campamentos, estamos cansados de ver sus sueños truncados, no por falta de esfuerzo, sino porque nuestro sistema actual se los impide. Somos fuerza de cambio, tenemos capacidad de transformar lo que nos indigna, estamos más que nunca interesados en hacer política, en generar cambios estructurales, desde el territorio, con la comunidad, y así juntos lograr un chile justo y sin pobreza.
Giovanna Moreira Almonacid, directora regional de Techo-Chile