Conserje desaparecido trabajaba para obtener su vivienda propia
RASTREO. Luis Felipe Álvarez Bello, de 18 años, quien está extraviado desde el 28 de octubre, es el mayor de 5 hermanos. Vivió 12 años en el sector de Pichi Damas y regresó a Osorno en 2015 para cursar enseñanza media. Su cercanos lo definen como un joven esforzado, que estaba feliz con su primer contrato laboral. "El mejor regalo navideño es encontrar a nuestro hijo", manifiestan sus padres.
"Mientras muchos celebrarán esta Navidad en familia, nosotros nos reuniremos para seguir buscando a nuestro hijo (...). Este año será distinto, no habrá celebración, ni regalos, solo queremos encontrar a Felipe".
El testimonio corresponde a Luis Álvarez, padre del joven conserje de 18 años, Luis Felipe Álvarez Bello, quien el próximo 28 de diciembre cumplirá dos meses extraviado.
Su caso mantiene en la actualidad a la fiscalía y a la Policía de Investigaciones (PDI) de Osorno efectuando diversas diligencias, donde la más reciente es el rastreo de diversas zonas de la periferia y laderas del río Rahue por parte de un equipo especial de la Unidad Canina de la Policía de Investigaciones de Santiago.
Luis Felipe es el mayor de cinco hermanos, cursó sus primero años de enseñanza básica en la escuela Lago Rupanco de Ovejería Bajo. Por motivos de trabajo de su padre, continuó sus estudios en la escuela Santa Rosa del sector rural de Pichi Damas, donde llegó hasta sexto básico y culminó los restantes dos años en la Escuela México de Osorno.
Su abuela Delia Soto señala que comenzó la enseñanza media en el Instituto Comercial de Osorno, donde no tuvo buenos resultados y repitió de curso.
"Conversó con sus padres y eligió comenzar un dos por uno en una escuela que está por avenida René Soriano (San Andrés). Ahí dividía su día entre el trabajo y sus estudios. Era preocupado para que todo le saliera bien (...) quería terminar su cuarto medio", recuerda Delia Soto.
Sin embargo, informes policiales señalan que el joven registró una asistencia inestable durante el primer semestre de este año, por lo cual su matrícula fue cancelada.
Pocos amigos y reservado
Sus padres y la abuela dicen que Luis Felipe era bien reservado para temas personales, aunque preocupado por el resto. Además, son escasas las fotos del joven junto a la familia y la imágenes disponibles sólo están en la cuenta de Facebook del joven.
"Mi hijo era muy reservado, cuando terminó con su polola días antes de desaparecer, nos enteramos después de lo acontecido. Nunca contaba sus problemas, tenía que insistirle y preguntarle qué le pasaba para que me dijera", señala Gloria Bello, madre de Luis Felipe.
Además, la mujer no niega que su hijo fumara marihuana, práctica que, asegura, no era frecuente.
"Siempre me decía que fumaba marihuana, pero me recalcaba que la cocaína o la pasta base no eran lo suyo, porque son malignas. Sobre el alcohol, tomaba cerveza y le gustaba compartir con sus amigos en casas particulares, no era de salir a pubs o discoteques, además tenía muy pocos amigos, era más bien hogareño", aseguró su mamá.
FELIZ con su trabajo
El día en que Luis Felipe desapareció había recibido el pago de su sueldo por los días trabajado como conserje en el edificio Don Rodolfo, ubicado en el sector oriente de Osorno.
El joven de un metro 78 centímetros de estatura, moreno, de contextura delgada, pelo trigueño y que mantiene tatuados los nombres de sus padres Luis y Gloria, recibió su cheque y se dirigió a la casa de sus abuelos en Ovejería.
"Estaba feliz con ese trabajo, me dijo que había estado jardineando en el condominio y que le habían pagado su primer sueldo (...). Estaba contento porque tenía contrato e iba a tener su platita para más adelante comprar su casita, ese era el sueño que tenía mi nieto", recuerda Delia Soto, quien conversó con El Austral en su hogar de la población Lago Rupanco.
Macarena Astudillo, administradora del edificio donde trabajaba el joven, señaló que lo vio como "una persona tranquila, honesta, aunque introvertido, ya que no hablaba mucho. Laboralmente era bueno, nada que decir, quería algo estable porque deseaba reunir dinero para sus estudios que había dejado a medio terminar, los cuales quería retomar el próximo año. Se desempeñó muy bien y fue responsable. Yo creo que no se suicidó, estaba contento con el trabajo y feliz de recibir su primer sueldo", recuerda Macarena, quien no percibió nada extraño durante las dos semanas que prestó servicios en el edificio.
Cuando Luis Felipe desapareció el viernes 28 de octubre realizó labores de jardinería en el edificio y tras recibir unas llamadas se retiró de su turno. No obstante, debía regresar la mañana del sábado 29.
Una de las residentes del edificio Don Rodolfo, Adriana González Boldt, lo recuerda como muy trabajólico, pero el último día lo notó triste y la razón que le manifestó el mismo joven era que había discutido con su polola, quien lo habría arañado en el cuello y la mano.
"Recuerdo que estaba limpiando unos matorrales, ya era hora de comer y le ofrecí zapallos rellenos y un postre. Ahí me di cuenta que tenía 'rasmillones' y lo reté porque no se protegió las manos. Se puso triste y me confesó que las heridas fueron causadas por su polola, con quien había discutido. Me contó su drama y yo solo me limité a darle consejos", recuerda la vecina.
Adriana González no oculta su malestar por el lento trabajo que han realizado las policías para investigar el caso.
"Ese fin de semana no estuve en el departamento y al regresar supe que el niño no volvió y que lo andaban buscando. Me acordé del problema que había tenido con la niña (polola) y fui a la Policía de Investigaciones a declarar; además les dije que buscaran en un canal que pasa cerca del edificio. Rastrearon como se dice 'por encima' y se fueron (...). Da rabia que no hagan bien su trabajo. Esa 'niñita' debe saber qué pasó con Luis Felipe (...)", expresó la residente.
Navidad
"El mejor regalo navideño es encontrar a nuestro hijo, abrazarlo (...), aunque esté muerto, este año no tendremos una celebración como era de costumbre. Nuestra vida cambió y dio un giro, nuestra preocupación es encontrarlo y cerrar esta etapa, porque la herida será difícil de cerrar ", dijo su mamá.
Gloria Bello señaló que siempre le ha gustado preparar la Navidad, pero "no se puede pasar una Navidad sin un hijo, y más cuando se encuentra desaparecido. Es doloroso. Mi mejor regalo navideño sería tenerlo".
Los padres junto a sus amigos no dan tregua en la búsqueda que está centrada principalmente en el río Rahue, donde piensan que puede estar el cuerpo, o que lo hayan lanzado, porque la tesis de un asalto o crimen cobra cada vez más fuerza para la familia.
"Hemos postergado cumpleaños de nuestros pequeños hijos por buscar a Luis Felipe, queremos creer que está en el río Rahue, y si es así, necesitamos saber qué pasó. Si lo golpearon, lo mataron y lo dejaron en algún lugar, necesitamos que alguien nos entregue esa respuesta", dijo Luis Álvarez, padre del joven.
PDI rastreó durante dos días diversos sectores de la ciudad con dos perros "busca personas", sin obtener resultados. La patrulla proviene de la Unidad de Adiestramiento Canino de Santiago.
18 años tiene Luis Felipe, quien está de cumpleaños el próximo 19 de enero. Su familia espera tener noticias de su paradero para terminar con el sufrimiento. cerca de las 18.30 horas, el joven abandonó la casa de sus abuelos maternos en la población Lago Rupanco con destino a su casa en la Villa Unión y Futuro, en Rahue Alto norte.