Unos 400 niños que escribieron al "Viejito" aún esperan su regalo
CAMPAÑA. La iniciativa que cada año lleva adelante Correos recibió 900 cartas este año, pero casi la mitad aún está esperando ser leída. Lo más pedido: cenas de Navidad. Hay oportunidad hasta el viernes.
"Mi querido Viejito Pascuero: tengo 6 años y quiero una pistola de agua. Y si no puedes, otra cosa", decía el pequeño Abel Aravena, de 6 años, en la carta que él mismo pasó a dejar al Correo tratando de tocar el corazón del Viejo Pascuero. Éste le respondió y pasó a dejar su regalo al correo. Ayer Abel junto a su padres pasó a retirar el presente navideño.
"Le pedí una pistola de agua, porque primero se le hace una carta y después el Viejito Pascuero se la lleva y sus ayudantes la mandan por correo", relataba ayer el pequeño sosteniendo en su manito la bolsa con su regalo. Él cree que le llegó su pistola y va a tratar de aguantarse hasta el domingo para abrir el paquete.
La historia de Abel es la de muchos niños que por diversas circunstancias vieron en la posibilidad de escribirle al Viejito y dejar su carta en el Correo una alternativa que ayude a sus papás a "ponerse en contacto más rápido con él para que le envíe su regalo".
Su papá, quien también se llama Abel Aravena, contaba emocionado hasta las lágrimas lo agradecido que está de aquellos que dan el tiempo y los recursos para entregarle una sonrisa a su hijo ahora que él no puede. "Darles las gracias nomás" alcanzó a expresar antes que las lágrimas le impidieran seguir hablando.
La mamá del pequeño, Jessica Imilmaqui, lo ayudó contando que "nunca habíamos hecho esto. Es la primera vez, probamos a ver si resultaba porque a veces uno no tiene los recursos para comprarle regalos. Justo salió su carta. Tuvo la suerte y me llamaron por teléfono diciendo que habían elegido su cartita y le sacaron su regalo, así que teníamos que venir a buscarlo hoy. No alcanzamos a ver al Viejito Pascuero eso sí", explicó la mamá.
Los niños o sus padres escriben las cartas que luego van a dejar a la oficina de CorreosChile, donde luego de su revisión, catalogación y timbraje por parte de los funcionarios quedan a disposición de los osorninos que llegan a leerlas y optan por apadrinar a estos niños entregándoles regalos, cenas de Navidad, ropa, o lo que ellos pidan.
Correos
No obstante hay un dato importante: aún quedan unas 400 cartas de niños sin apadrinar en las oficinas de la repartición ubicadas frente a la plaza de Armas.
"Este año contabilizamos hasta el día sábado alrededor de 900 cartas, de las cuales 500 más o menos fueron apadrinadas. También llevamos un registro donde se van anotando y registrando las cartas apadrinadas", contó la jefa de la sucursal local, Jessica Mancilla.
La funcionaria agregó que "este año se han pedido muchas muñecas, las niñas sobre todo, pelotas, bicicletas. Pero bastantes cenas navideñas para las familias. De hecho la gran mayoría de los regalos que entregamos hoy son cenas navideñas en caja, que parece que los supermercados ya las venden listas. Fueron cerca de 200 cenas en total. Lo otro bien particular que los años anteriores no habían salido, y que no sé si estarán de moda, son los patines", detalló.
Ayer por lo menos 20 personas llegaban por hora a sentarse en una mesa y leer las cartas que aún quedan por apadrinar. En su mayoría corresponden a profesionales jóvenes que optan por dar una pequeña alegría a una familia que está pasando por una situación difícil que los obliga a pedir ayuda.
"Este es el segundo año que vengo a leer cartas. El año pasado vinimos con mi pololo y nos llevamos algunas para hacerles regalos a los niños", expresó Elizabeth Méndez, quien llegó a apadrinar a cuatro de estos niños.
"Este año nos dimos cuenta que no podíamos no venir de nuevo. Uno puede hacer tan poco para darle felicidad a un niño. Ahora estuve leyendo estas cuatro cartas y me las llevo una para mi familia y otras para mí y mi pololo. En una carta me piden una cena de Navidad y en otras nos piden juguetes. Así que vamos a ir nosotros mismos a dejarla a su casa", comentó la joven.
Lo mismo opinó Belén Gallardo. "Creo que es lo mínimo que uno puede hacer para ayudar a un niño y cuesta tan poquito. Yo todavía no elijo qué carta llevarme, pero estoy entre unas cuatro. Piden muchas cenas de Navidad", aseguró.
"Vinimos a ayudar. Es una manera de preocuparse también por la sociedad, tratar de darle un juguete a un niño. Estamos viendo varias cartas para ver cuál elegimos", expresó Andrés Silva mientras hojeaba carta por carta sobre la mesa junto a otras cinco personas para hallar la que más rápido le llegaba al corazón.
Como ya viene siendo una tradición, la mayoría coincide en que entre los regalos que más se han pedido las cenas de Navidad ganan por lejos. Y parecen ser también aquellas que más impactan a quienes llegan al correo a buscar las cartas.
La jefa de sucursal, Jessica Mancilla, detalló que como la campaña ya está terminando, "los regalos ya no los pueden venir a dejar acá, así que la idea es que ellos mismos los entreguen en las casas de los niños que apadrinen. Eso lo podrán hacer durante toda esta semana. Así que los pequeños que no hayan sido llamados por teléfono para que vengan a buscar su regalo, acá todavía tienen esperanza de que igual les llegue un presente".
"Éste es el segundo año que vengo a leer cartas. El año pasado vinimos con mi pololo y este año no podía no venir".
Elizabeth Méndez, Voluntaria"
"Creo que es lo mínimo que uno puede hacer para ayudar a un niño y cuesta tan poquito".
Belén Gallardo, Voluntaria"
"Vinimos a ayudar. Es una manera de preocuparse también por la sociedad, tratar de dar un juguete a un niño".
Andrés Silva, Voluntario"
900 cartas escritas por niños o por sus padres llegaron este año al Correo destinadas a cualquier "Viejito Pascuero" de buen corazón dispuesto a regalarles una sonrisa.
500 cartas aproximadamente ya han sido apadrinadas por los osorninos que han llegado hasta el Correo buscando alegrarle la Navidad a un niño que lo necesita.
4 días quedan para acercarse al Correo a leer alguna de las 400 cartas que todavía quedan para hacerle un regalo a un niño osornino. El presente lo podrá dejar personalmente en su casa.