Nuevo período de gobierno comunal
El relleno sanitario de Curaco, la disminución de vuelos y la Ruta 215 asoman como las grandes tareas que los alcaldes deben asumir en conjunto. El asunto de mayor complejidad será sin duda solucionar la incertidumbre en que se ha sumido la concreción a tiempo del relleno sanitario.
Cuarenta y tres días exactos después de las elecciones municipales, finalmente los alcaldes y concejales, de los reelectos y de los nuevos, asumieron formalmente sus cargos el martes pasado para iniciar el período de gobierno comunal 2016-2020, lapso en el cual tendrán que hacerse cargo de las promesas de campaña y reaccionar de manera eficiente y organizada cuando se presenten emergencias que afecten a sus ciudades. En la provincia de Osorno, el mapa político cambió bruscamente luego de los comicios del 23 de octubre, pues de los seis alcaldes demócratacristianos y uno de Renovación Nacional (por lo tanto, seis de la Nueva Mayoría y uno de Chile Vamos), se mutó ahora a sólo tres jefes comunales de la DC, dos de la UDI, uno de RN y otro del PRI (es decir, tres de la Nueva Mayoría y cuatro de Chile Vamos).
No obstante, independiente de los colores políticos y de las más que probables modificaciones que haya en la dinámica entre los alcaldes, hay al menos tres temas transversales de inquietud ciudadana frente a los cuales los jefes comunales están llamados a ejercer un activo protagonismo en beneficio del desarrollo de las siete comunas. Se trata del relleno sanitario que se construye (o se construía) en Curaco; la ya confirmada reducción de vuelos de Latam hacia el aeropuerto de Cañal Bajo; y la necesidad de definir cuanto antes cómo y cuándo acometer las obras de la anhelada doble vía en la Ruta 215.
El primero es tal vez el de más compleja resolución, pues las faenas se encuentran detenidas hace más de un año por una disputa entre la empresa que se ganó la licitación y el Gobierno Regional acerca de la calidad del suelo. El tiempo sigue avanzando peligrosamente, el vertedero continúa aproximándose a sus cotas máximas y no se ve ningún atisbo de solución en el corto plazo.
El segundo, el de los vuelos, tiene que ser asumido en conjunto por los alcaldes, pues menos frecuencias aéreas es un golpe directo al desarrollo turístico de la zona. Y el tercero, relativo a la Ruta 215, exige particularmente de los alcaldes de Osorno y de Puyehue la mayor de las energías para exigir al nivel central más celeridad en las decisiones y gestiones.