La ciudad es un mundo de oportunidades. En general, éstas ofrecen numerosos alicientes de bienestar económico, oportunidades de trabajo y acceso a servicios. Sin embargo, su crecimiento desmesurado, la falta de planificación y la alta concentración de personas causan problemas y efectos negativos que se contraponen a lo que entendemos por calidad de vida.

La falta de espacio público, el hacinamiento, contaminación del aire, ríos y suelos, el problema de la basura, la sobremotorización de la red vial, la pérdida de escala peatonal de la ciudad, la carencia de parques y espacios verdes, entre otros, son efectos de un crecimiento urbano desmedido, poco responsable y sin conciencia, aparejado al mayor acceso a bienes y sin la adopción de hábitos que generen un equilibrio. Esto provoca que en agosto nos hayamos consumido los recursos naturales de este 2016. No hemos sido capaces de entender la magnitud y la influencia de nuestras acciones, y lo desastroso que hemos sido con nuestro entorno.

Osorno no escapa a esta visión nacional y global. Nuestra ciudad presenta los mismos problemas que esta equivocada lógica de ciudad ha desarrollado. Esta realidad nos lleva a preguntarnos, ¿qué hacemos para ser una ciudad sustentable? Nos encontramos frente a la necesidad de accionar en defensa de las ciudades y de su medio ambiente, y de nuestra salud. Debemos pensar en cómo vivimos, y cómo queremos vivir en lo sucesivo, con una visión de futuro.

Velar por el urbanismo no expansivo, aumentar la eficiencia de nuestras viviendas, aprovechar mejor los recursos, regenerar y preservar los espacios naturales, apostar por una movilidad sostenible, son temas prioritarios para mejorar nuestras ciudades y la sustentabilidad que ella nos provee. Asimismo, el ciudadano es actor fundamental, pues nadie mejor que él para saber de las necesidades del espacio que habita. La invitación es a asumir responsablemente nuestro papel y a generar una conciencia ambiental ciudadana que nos permita mejorar nuestros estándares.

La planificación urbana, el mejoramiento de la calidad de vida, la infraestructura, y la educación ciudadana son ejes que definen el quehacer de la Cámara Chilena de la Construcción. Nuestra participación en iniciativas como Feria Ciudad Sustentable -que se está desarrollando en la Villa Olímpica-, la campaña "Nuevo Aire", el Plan de Descontaminación, dan muestra de ello. Como gremio nos hacemos parte de este proceso de mejorar el Osorno de hoy.

Paulo Arce Moreno, arquitecto,

presidente de la CChC de Osorno

Con el propósito de evitar la ocurrencia de incendios en los vertederos de la provincia, los municipios de Osorno y Río Negro diseñaron planes de contingencia que contemplan una serie de medidas preventivas para frenar un episodio de emergencia medioambiental producto de la combustión de la basura. Tal como el país fue testigo en el verano, cuando un siniestro de grandes proporciones afectó al vertedero Santa Marta, en la Región Metropolitana, la combustión de los desechos, una vez iniciada, es muy difícil de combatir por parte de Bomberos, además de la generación de tóxicas columnas de humo que con mucha facilidad pueden llegar a las zonas urbanas.

La provincia tampoco ha estado ajena a este tipo de emergencias. El registro más cercano y de relativa importancia ocurrió en Río Negro en marzo de este año, cuando un incendio en el depósito de desechos demoró dos días en ser extinguido. El vertedero de Osorno, en tanto, ha pasado por situaciones similares, aunque el más inquietante fue el de diciembre de 2013, cuando el fuego debió ser combatido por Bomberos y personal municipal. En esa ocasión, las llamas pudieron ser controladas cinco horas después.

Lamentablemente, el peligro de incendios en los depósitos de basura es un fenómeno propio de la modernidad, producto de la creciente generación de basura de las ciudades y de la disposición ineficiente de los desechos. Ello obliga a la adopción de planes de contingencia, a fin de evitar las emergencias y además tener los protocolos establecidos para que cada organismo sepa qué hacer en caso que se desate el fuego.

El extenso siniestro que afectó a Santa Marta en Santiago durante este verano demostró la fragilidad del sistema de acopio de los vertederos y la necesidad de extremar los cuidados en el tratamiento de la basura. Como Osorno y Río Negro tienen precisamente vertederos, contar con planes especiales es una obligación que seguramente se extenderá por largo tiempo, debido a las dificultades para la concreción del relleno sanitario de Curaco, cuya construcción ya lleva más de un año paralizada.

La ciudad es un mundo de oportunidades. En general, éstas ofrecen numerosos alicientes de bienestar económico, oportunidades de trabajo y acceso a servicios. Sin embargo, su crecimiento desmesurado, la falta de planificación y la alta concentración de personas causan problemas y efectos negativos que se contraponen a lo que entendemos por calidad de vida.

La falta de espacio público, el hacinamiento, contaminación del aire, ríos y suelos, el problema de la basura, la sobremotorización de la red vial, la pérdida de escala peatonal de la ciudad, la carencia de parques y espacios verdes, entre otros, son efectos de un crecimiento urbano desmedido, poco responsable y sin conciencia, aparejado al mayor acceso a bienes y sin la adopción de hábitos que generen un equilibrio. Esto provoca que en agosto nos hayamos consumido los recursos naturales de este 2016. No hemos sido capaces de entender la magnitud y la influencia de nuestras acciones, y lo desastroso que hemos sido con nuestro entorno.

Osorno no escapa a esta visión nacional y global. Nuestra ciudad presenta los mismos problemas que esta equivocada lógica de ciudad ha desarrollado. Esta realidad nos lleva a preguntarnos, ¿qué hacemos para ser una ciudad sustentable? Nos encontramos frente a la necesidad de accionar en defensa de las ciudades y de su medio ambiente, y de nuestra salud. Debemos pensar en cómo vivimos, y cómo queremos vivir en lo sucesivo, con una visión de futuro.

Velar por el urbanismo no expansivo, aumentar la eficiencia de nuestras viviendas, aprovechar mejor los recursos, regenerar y preservar los espacios naturales, apostar por una movilidad sostenible, son temas prioritarios para mejorar nuestras ciudades y la sustentabilidad que ella nos provee. Asimismo, el ciudadano es actor fundamental, pues nadie mejor que él para saber de las necesidades del espacio que habita. La invitación es a asumir responsablemente nuestro papel y a generar una conciencia ambiental ciudadana que nos permita mejorar nuestros estándares.

La planificación urbana, el mejoramiento de la calidad de vida, la infraestructura, y la educación ciudadana son ejes que definen el quehacer de la Cámara Chilena de la Construcción. Nuestra participación en iniciativas como Feria Ciudad Sustentable -que se está desarrollando en la Villa Olímpica-, la campaña "Nuevo Aire", el Plan de Descontaminación, dan muestra de ello. Como gremio nos hacemos parte de este proceso de mejorar el Osorno de hoy.

Paulo Arce Moreno, arquitecto,

presidente de la CChC de Osorno