Entonces es bueno, lo compro o de frentón lo copio. Por supuesto, desde una burbujeante bebida hasta el más sofisticado tractor, si viene de allá está prolijamente terminado, lo que dice el folleto es verdad y la garantía será respetada. Para qué nos hacemos los lesos, mucho de lo que ingerimos y/o usamos ha sido inventado o perfeccionado allá. Allá, donde la empleada doméstica gana más que nuestro profesor de Estado, el gásfiter llega en auto y cualquier ciudadano puede ser notario. Sin ellos no habríamos llegado a la Luna ni compraríamos en la Fifth Aveneu. Nos habríamos perdido los cowboy y el Playboy, los Peter Pan y las medias Non run!, el dralón y los "barlones", Robert Retford y los mormones.
Gracias a ellos: "Switch the radio on". "ring the telephone please" or "put the televition off". En realidad, si no fuera por ellos aún estaríamos lava que lava pañales y haciendo señales de humo para comunicarnos. Nos guste o no, "los gringos" nos han hecho la vida más comoda con sus inventos, vestido con sus blue jeans, encalillado con sus préstamos, recreado con sus películas y aún heredado leyes y costumbres. Aquí entre nos, ¿qué tienen ellos que no tengamos nosotros? Nosotros que corremos a pedirle ayuda y a firmar tratados; pero apenas dan vuelta la espalda, se nos hace poca la lengua para pelarlos. Prepotentes, abusadores, dueños del mundo, es lo menos que se dice de ellos.
No es por pelar, pero cualquier país que ostente el poder va a ser criticado por envidia o por sensación de sometimiento.
¿Sometimiento? Listo, aquí se nos avinagra el artículo. ¿Qué hace que países como el nuestro tengan que comer de la mano que muerden?
¿Acaso no debiéramos reconocer que nos falta algo; ser honrados, hacer bien el trabajo al que nos comprometemos, no sacar la vuelta, ser originales y no tener que andar copiando ideas? Nos escandalizamos por tal o cual presidente electo, pero ¿por qué no nos escandaliza que nuestros niños estén obesos con tanto nuggets y Burger Kings o que los adultos vivan hechizados en el mall?
¿No será que en vez de vivir mirando la paja en el ojo ajeno, deberíamos tal vez empezar a ver la viga en propio?... ¿Usted que cree?
Vivian Arend