Es valorable que en el protocolo de acuerdo para el rediseño de la reforma de la educación superior se reconozca el carácter mixto del sistema, donde confluyen instituciones públicas y privadas, sumándose a ello el reconocimiento "de la necesidad de fortalecer las universidades del Estado, pues estas tienen un rol insustituible en la promoción del pluralismo, diversidad, inclusión y de la búsqueda permanente del interés general del país".
Se reconoce en las universidades del Estado, que mayormente se encuentran en regiones, su capacidad de aportar en el proceso descentralizador, el garantizar una oferta pública de educación superior y su calidad.
Estas afirmaciones se acompañan de una serie de propuestas sobre: 1) Gobierno Universitario, 2) simplificación del sistema de controles, 3) nuevos requisitos para acceder a la gratuidad, 4) Creación de un fondo de investigación y creación artística, 5) la anhelada eliminación del CAE, 6) un sistema común de acceso a la educación superior, 7) aclaraciones sobre el sistema de aseguramiento de la calidad y 8) regulación sobre prohibición efectiva del lucro.
Todos estos planteamientos significan un avance al proyecto de ley conocido en el mes de julio y al igual que en ese documento, comparto la opinión de otros rectores, que no basta con el reconocimiento del aporte de las universidades estatales regionales, se deben generar instancias que permitan un mejor desarrollo de nuestras instituciones, que presentan distintos niveles de complejidad producto de su lejanía del centro, la vulnerabilidad de los alumnos, la dificultad de atraer capital humano avanzado para la academia y la investigación, entre otros aspectos. También plantean desafíos a la política pública para atender realidades tan disímiles entre instituciones.
A pesar de ello, instituciones como la nuestra son capaces de mantener un buen nivel en la obtención y ejecución de proyectos Conicyt y Fondef, lograr destacarse en la captación recursos vía proyectos concursables Mecesup que van en directo beneficio de nuestros estudiantes, mantener un elevado número de académicos postgraduados y desarrollar un conjunto de programas de postgrado con pertinencia regional.
Como avanzar en conjunto en el desarrollo del sistema es el desafío, reconociendo que las diferencias son reales y que esas mismas diferencias nos permiten generar una opinión común frente al debate.
Óscar Garrido Álvarez, rector
de la Universidad de Los Lagos