Bladimiro Matamala
La sociedad rionegrina ha modificado el consumo de los libros y hábitos de lectura, donde la irrupción de la Internet en los hogares al parecer ha implicado un cambio radical en el bagaje cultural.
Y si bien la Biblioteca Pública 137 tiene 7.754 textos a disposición de la comunidad, con volúmenes para todos los gustos, edades y necesidades del saber, incluyendo quienes siguen cursos superiores, el presente y futuro a la era digital, donde resalta el programa Biblioredes, que de acuerdo al encargado de la biblioteca, Marcelo Adriazola, emergió en 2002, "con el objetivo de transformar a las personas en agentes de desarrollo cultural y social desde las bibliotecas públicas y el ciber espacio, y así superar el aislamiento gracias a la Internet y las nuevas tecnologías digitales".
Está presente en 425 planteles de este tipo en el país, donde se cuenta con computadores de última generación con acceso a Internet y capacitación gratuita a las personas en contenidos y desarrollos digitales.
En la consulta relativa al tema de la lectura entre los vecinos de Río Negro, queda claro que si bien las personas admiten que no son adictos a hojear las páginas de los textos, sea por nula costumbre, motivación o por el poco tiempo que disponen, sí están interesadas en acceder a la computación, lo que fue confirmado por las mujeres del programa Jefas de Hogar y por otras emprendedoras adultas y adultas mayores, quienes reconocieron el servicio que presta la Biblioteca Pública 137, donde han participado en varias capacitaciones.
Muchas admiten que están partiendo desde cero, "perdiendo el miedo al computador y familiarizándose con el mouse".
En la localidad de Los Castaños, por ejemplo, Noemí Coronado explicó que sus hijos ya "dejaron el nido" y que ahora se da tiempo para ella.
"Soy una emprendedora y trabajo de sol a sol, me dedico a las frambuesas donde me va bien, pero me he dado cuenta que necesito la alfabetización digital para fortalecer el negocio y en eso estamos. Eso sí, creo que los cursos han sido muy cortos", agregó.
Su vecina Gladys del Carmen Aros reveló estar más al tanto de lo que ofrece Google y que se esfuerza por internarse en las redes sociales, apelando ahora al apoyo de su hijo Derwin.
En Buenaventura, la presidenta de la Junta de Vecinos, Cecilia Saldivia, quien también participó en las jornadas de computación, abogó por un mayor acceso a la conectividad.
"Esta es una exigencia que nos plantea el mundo en que vivimos y por lo tanto tenemos que mejorar mucho en dotar de tecnología a nuestros sectores rurales, no sólo en favor de los adultos, sino de la juventud, que cuando retorna a casa por las tardes no tiene acceso a la Internet", dijo.
Fieles a los libros
Pese a la irrupción de los formatos digitales, todavía hay adultos y estudiantes que prefieren los libros, como Paulina Ramos y Patricio Román Ojeda, socios juveniles de la biblioteca a quienes les agrada leer semanalmente, algo que combinan muy bien con sus estudios, cultura general, ortografía y redacción.
Y por la tercera edad, los que más se motivan son los educadores y sus colegas en retiro, una de ellas es la escritora local Herta Vásquez.
"Es nuestra socia más activa tanto por la lectura como por el uso de la internet", manifestó el bibliotecario, quien detalló que en sus estanterías cuentan con libros de física, química, matemática y biología que son más difíciles de adquirir para los usuarios.
"Hasta hace unos años nos enviaban libros desde Santiago, pero ahora hacemos mérito a través de nuestra gestión y una evaluación que contiene 10 metas, por lo cual recibimos aportes extraordinarios en dinero, que luego invertimos en textos de enseñanza media y superior", agregó Adriazola.