Colegio San Mateo I
Lo acontecido con la Comunidad Jesuita de la Compañía de Jesús se puede analizar como una crónica de algo anunciado por muchos años. La idea y el proyecto educativo en sus principios fue muy bueno, pero como todas las cosas hechas por el hombre se fue desvirtuando con el pasar del tiempo.
Primero se pusieron arrogantes con poca humildad, esa que tienen que tener aquellos que profesan una fe cristina. Para muestra un botón, el término de la carta de los ex alumnos a este diario vanagloriándose de ser la mejor generación de la historia (publicada en la edición del sábado último). ¿Qué queda para esos pobres que no tuvieron las mismas oportunidades?
Segundo, pasaron de ser un colegio particular subvencionado a uno derechamente particular porque según sus dirigidos, el proyecto educativo no era acorde con los valores que pretende entregar el colegio, dejando todo al mercado, es decir, el que tiene recursos puede acceder a su educación, olvidándose completamente de la Compañía de Jesús que tanto nos falta en estos tiempos.
Walter Carmona Cheuquian
Colegio San Mateo II
En todos los ámbitos se cuecen habas, dice un antiguo refrán, y el caso del fraude en la documentación informática en las aulas del prestigioso plantel osornino, Colegio San Mateo, no reviste novedad alguna; no hay para qué tanta alarma, puesto que no será el primero ni el último, ojalá lo fuera. Ese ilícito ha existido desde siempre, en ese como en otros planteles de todo Chile; para qué nos hacemos los zurdos, que nadie le haya puesto el cascabel al gato es otra cosa.
Pero de tanto ir el cántaro al agua que al fin se rompe, y fue así como salió a la luz pública el caso de este fraude en el sistema de la informática. La juventud de hoy es muy audaz, si se le cierra una puerta ya tiene la otra alternativa, y ya sabe cómo y por dónde va a entrar donde se guarda la documentación "secreta", consistente en las pruebas que tendrá que rendir el próximo año.
El suscrito cuenta con 93 años de edad, y he visto muertos haciendo ladrillos y otros haciendo adobe, por lo tanto, les sugiero que la única forma que las pruebas se guarden a buen recaude sería en manos de un apoderado solvente. Estoy seguro que dentro de ese conglomerado existen, a fin de que las guarde bajo siete llaves.
Guido Bello Martínez
Héroe osornino de 1879
La Guerra del Pacífico cambió el curso de nuestra historia y marcó consecuencias que aún perduran en estos tiempos. Además, produjo héroes cuyos nombres están en los anales de nuestra historia y en los labios de todos los chilenos, mientras que otros están en el olvido.
Han transcurrido 137 años desde la captura del Huáscar que le permitió a Chile adueñarse del Pacífico. Ahora vendría la operación sobre territorio peruano: la campaña de Tarapacá. Ahí está el teniente de marina, hijo de esta tierra osornina, Juan Amador Barrientos Adriazola, que se cubrirá de gloria en el Desembarco y Asalto de Pisagua en noviembre de 1879, la primera operación anfibia de envergadura mundial. Detrás de dicha mención yace una de las páginas más memorables de la historia militar criolla y de los anales bélicos universales. Unas cuantas compañías que sumaban apenas 450 efectivos de la primera oleada de desembarco, dirigidas por Juan Amador se batieron durante hora y media premunidos de fusiles, bayonetas y corvos contra más de un millar de defensores peruanos y bolivianos bien atrincherados en los cerros.
Barrientos recibió la orden lacónica para desembarcar donde pueda a sangre y fuego. Su bote toca a tierra en la pedregosa playa Blanca, bajo una lluvia de balas que sólo perforaron su traje. Allí, Barrientos clava la primera bandera chilena en la Campaña de Tarapacá.
Un sobrio monolito perpetúa la memoria de este insigne patriota. Sus últimos años de vida, los sinsabores y contiendas políticas tocaron muy cruelmente a este marino chileno. El 23 de julio de 1921, con el grado de capitán de corbeta, fallece quien tuvo el honor de dirigir personalmente el primer desembarco anfibio del mundo, el Asalto y toma de Pisagua. En este día deseo recordar a mi tío abuelo, de su sobrino nieto.
Ismael Barrientos Martínez
DC y Gobierno
Se veía venir. Desde el comienzo de su asociación política compartiendo su accionar con el PC en este gobierno, a muchos nos extrañó el intento de la DC por gobernar junto a los comunistas debido al abismo ideológico y cristiano existente entre ambas corrientes, lo cual se ha hecho realidad después de reconocer el fracaso en la votación municipal y la reacción de la DC al aislarse del Gobierno voluntariamente. Se compara este divorcio político con la elemental imposibilidad química por intentar juntar el aceite con el vinagre. Lástima que el país ha pagado un precio muy alto en este intento, pero nunca es tarde para reconocer realidades y rectificar errores.
David Benavente