Rodrigo Gómez
Por razones de vida, a la matrona Isabel Schneider el destino la impulsó hace 15 años a tener que aprender sobre los niños con trisomía 21 o síndrome de Down. Su hija, Paulina, a quien describe como una "actriz y poeta" y que actualmente tiene 18 años, fue parte de su motivación, pero como ella misma asegura, en ese tiempo no había agrupaciones o fundaciones a las cuales ella pudiera acudir.
"Fue una viviencia personal y no encontré quién me pudiera orientar, surgió en mí esta inquietud y sentí la necesidad de transmitir esta experiencia a otras madres y otras familias, y así fue como comenzó la organización", reconoce la fundadora.
Es por ello que en ese entonces (año 2000) fundó la Agrupación Serafín, que reúne a los niños de la provincia de Osorno que viven con esta condición. A la fecha asegura que hay dentro de la entidad 50 socios activos que dan vida a Sefarín.
"Nos reunimos un grupo de personas, amigos y familias de niños con síndrome de Down -padres principalmente- y se formó esta organización, que es funcional, sin fines de lucro y con su personalidad jurídica", aseguró Schneider.
Sin embargo, la motivación por dar integración a estos niños se ha visto truncada por distintas razones, entre ellas, las limitaciones de los establecimientos educacionales y la falta de recursos, ambas claves para lograr la estimulación temprana de los niños, sobre todo entre cero a tres años.
"Son varios los colegios que tienen este programa. Entre ellos algunos particulares. El resto son solo colegios especiales. Lo que queremos son colegios con integración, no colegios especiales", indicó la matrona.
Sin embargo, los padres se encuentran con la dificultad: "Si bien es cierto, existen los proyectos de integración, nos encontramos con la triste realidad que en el primer ciclo de educación básica es bastante fácil y hay una buena recepción, pero a partir del segundo ciclo comienzan los problemas con nuestros hijo".
Dentro de la lucha porque sus hijos sean recibidos en colegios "normales", la agrupación entrega de manera gratuita terapia de estimulación temprana a cargo de kinesiólogos, fonoaudiólogos y ahora último con terapeutas ocupacionales.
Además, hay otro tipo de estímulos hacia los menores como son la equinoterapia a la que asisten de manera gratuita en el Regimiento Arauco y también las clases de cueca que frecuentan en el Club de Cueca de Rahue.
Adicional a los problemas presentados en los establecimientos, se suma que la organización no cuenta con un lugar estable para desarrollar sus actividades y debe arrendar distintos inmuebles, "por eso haremos una colecta el próximo 7 de noviembre en las calles de Osorno", manifestó la fundadora.
Colegios
Uno de los establecimientos de la ciudad que cuenta con un programa de integración es el Colegio Emprender y que actualmente tiene entre sus estudiantes a tres niños con síndrome de Down, en primero, cuarto y quinto básico.
El coordinador del área de integración del colegio, Bernardo Soto, aseguró que "aún estamos en una etapa de aprendizaje respecto a atender alumnos con síndrome de Down en un colegio regular".
Sobre la atención que requieren, el educador diferencial es enfático en recalcar que es una atención más personalizada y que "son niños que por sus necesidades educativas, asociadas a su capacidad intelectual, muchas veces resulta difícil de manejar en la sala de clases".
Asimismo, el profesional explicó que la Ley de Inclusión, más el decreto 170 del Ministerio de Educación, establecen que estos niños deben estar en "un aula común".
Dicha situación se torna más compleja, al tener en el mismo espacio a cerca de 40 o más estudiantes que requieren de la atención de un educador.
"Trabajar estas diferencias es muy complejo para los profesores regulares como para los diferenciales. Si bien se hace, es dificultoso", manifestó Soto, quien asegura que en los primeros niveles es más fácil tratarlos.
"Nos reunimos un grupo de personas, amigos y familias de niños con síndrome de Down (...) y se formó esta organización".
Isabel Schneider, Fundadora de Serafín"
de noviembre es el día en que la agrupación realizará una colecta por las calles de la ciudad. 7
socios activos mantiene la agrupación, los cuales aportan un porcentaje monetario a Serafín. 50