Familia que se niega a vacunar a su hija apela a costumbres de la etnia huilliche
SALUD. Los padres de la menor consideran que la medicina indígena es suficiente y cuentan con el respaldo del cacicado de San Juan de la Costa. En el hospital dicen que el recurso se apega a la ley.
Nuevamente el Hospital Base San José de Osorno interpuso un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de Valdivia, por otro caso de una recién nacida a quien los padres no accedieron a vacunarla contra la tuberculosis, esta vez con el argumento de que la niña pertenece a un linaje de "loncos y machis", por lo que, según manifestaron, se debe respetar la opción de la familia de proteger su salud bajo la medicina de la etnia huilliche.
La familia cuenta con el apoyo de la comunidad huilliche a la que pertenecen y que es la que corresponde al cacicado Costa Norte de San Juan de La Costa, comuna donde residen y donde la niña fue inscrita en el Registro Civil, hecho que generó que los padres concurrieran al Hospital San José para buscar una partida de nacimiento, ya que el parto ocurrió en la casa bajo tradiciones de su etnia.
Desde el hospital local interpusieron un recurso de protección para la menor, ya que según el sistema de salud nacional, los niños deben cumplir con su calendario de vacunas para evitar riesgos de epidemias de enfermedades infecto-contagiosas en la población.
"Convicción ancestral"
Inés Cheuquelaf es periodista y madre de la menor que nació el pasado 17 de julio. Relató que debido a que el parto fue en la casa, junto a su pareja Demencio Imio, artista visual, se encontraron con dificultades al momento de su inscripción en el registro civil, diligencia que junto a su pareja fueron a realizar a la oficina de Rahue nueve días después, desde donde los mandaron al hospital para que le dieran un comprobante de parto y fue en ese trámite donde les dijeron que la recién nacida debía recibir la vacuna, a lo que se negaron y por ello el recinto de salud reaccionó un mes después (el 25 de agosto).
La madre explicó que entre las razones de porqué decidieron no vacunar a la menor, pese a los riesgos sanitarios, está que ellos como etnia están amparados en su medicina ancestral, ya que su hija antes, durante y después de su nacimiento se ha tratado con este tipo de terapia.
"Esto tiene que ver con el choque de dos tipos de salud. Nosotros no tuvimos oportunidad de dialogar con el hospital. Dijimos que no queríamos vacunarla y nos respondieron que tomarían acciones legales como en otros casos anteriores y por eso firmamos un formulario de rechazo a la vacuna y ahí pusimos nuestra razón, que es transgredir nuestro sistema de creencias", detalló.
Al respecto, el vocero o werquén del cacicado de San Juan de la Costa, Bernardo Rumián, ratificó que la pequeña tiene ancestros de loncos y machis y frente a esto el Ministerio de Salud desde hace más de 20 años viene desarrollando políticas que reconocen a los pueblos originarios en materia de salud a nivel nacional.
Agregó que el Convenio 169 de la OIT apunta a reconocer a los pueblos originarios en diversas materias, pero en forma profunda, como es el valorar su medicina ancestral, tratamiento válido para quienes pertenecen a una etnia.
El médico y director del Servicio de Salud de Osorno (SSO), Nelson Bello, se refirió a este tema, manifestando que la política de vacunación es un sistema que por años ha permitido alejar flagelos que afectaban a la población, por lo que debe respetarse; no obstante, dentro de la ley de derechos y deberes de los pacientes sí se pueden incorporar otras formas de ejercer la medicina, siempre y cuando no pongan en riesgo la salud pública del país.
Recurso legal
Verónica Wall, directora del Hospital Base San José, explicó que la decisión de interponer este recurso de protección obedece a que todo recién nacido en el país debe recibir la vacuna que los inmunizará contra la tuberculosis, lo que se debe a una normativa ministerial, independiente de la etnia, sexo o creencias religiosas.
"Cada uno puede tener sus creencias y tradiciones, sin embargo aquí se trata de una medida de salud pública, a la cual nosotros como hospital estamos mandatados a cumplir", aseveró.
Verónica Wall explicó que esta vacuna denominada BCG es la única que corresponde colocar en ese tipo de centro asistencial, ya que luego los niños deben cumplir con su calendario de vacunas en la salud primaria.
Sobre los riesgos colaterales de la vacuna, señaló que contra eso no hay ningún estudio que lo avale y lo único que está comprobado es que protege en sus expresiones más graves, que son letales para la población, y gracias a esta vacuna las tasas de prevalencia de tuberculosis han bajado, como por ejemplo en Osorno, donde hace diez años morían 60 personas por 10 mil habitantes.
"Aquí velamos por el derecho del niño. Si suponemos que el niño se enferma ¿a quién va a demandar? Probablemente al hospital, porque no le pusimos la vacuna, por lo tanto, también hay un asunto legal detrás", concluyó.
Este recurso de protección se suma al que se estampó por el caso del menor Mateo Higueras, quien ingresó al hospital en febrero de este año por un cuadro de coqueluche y al que sus padres también optaron por no vacunar en octubre de 2015, por desconfiar de los componentes con que está hecha la vacuna. Tras consultarle al padre del pequeño, la demanda actualmente está sin novedades.
"Esto tiene que ver con el choque de dos tipos de salud. Nosotros no tuvimos oportunidad de dialogar con el hospital. Dijimos que no queríamos vacunarla y nos respondieron que tomarían acciones legales".
Inés Cheuquelaf, Madre de la menor"
de julio es la fecha en que nació la menor en su casa bajo las costumbres 17
de la etnia huilliche. 25