En defensa de Bertín
En período de elecciones habitualmente afloran prácticas que revelan la cuantía de las personas que las realizan. ¿Existe alguna duda que hoy en Osorno han sembrado un manto de duda sobre la figura del alcalde Bertín en beneficio propio? Mentir, mentir que algo queda es una antigua regla que de cierta manera siempre se cumplía, pero hoy con una sociedad más informada, con más experiencia, lo más probable es que se revierta como boomerang a sus ideólogos.
Se expone maliciosamente a la opinión pública a la confusión y al engaño al plantear dudas que nunca confirman, porque no tienen el valor para hacerlo, sobre Jaime Bertín Valenzuela. Todos sabemos cómo se llama aquel que lanza ataques escondiendo su responsabilidad en frases preconcebidas, o pretendiendo utilizar incluso a la Contraloría para dar visos de verdad a presunciones que sólo pueden estar en las mentes de quienes las señalan.
Jaime Bertín ha sido un gran y eficiente alcalde para Osorno, el mejor que hubiésemos podido tener y que tendremos en el futuro próximo. Nadie se merece ser expuesto de esta manera, menos alguien que ha dado tanto por nuestra tierra y sus personas. Es un hombre cuyos sueños y propuestas van más allá de la punta de sus zapatos, horizonte que nunca superarán sus detractores. Porque no sólo hay que tener el entusiasmo para hacer las cosas, sino que el conocimiento y la fortaleza para sobreponerse a las zancadillas.
Para ganarle habrá que tener un voto más, aprovecho de contarles, para que no sigan invirtiendo tiempo en denostar a las persona y envilecer las elecciones. Los que nunca han producido para sí más que una remuneración pagada por el Estado o por algún diputado, como es el caso del candidato Bello, nunca podrán entender la dinámica de los negocios, de las empresas, del esfuerzo privado.
Por eso le causa sorpresa, admiración y duda ver el éxito de otros. No entiende que cuando existe trabajo, esfuerzo y perseverancia se obtienen invariablemente resultados, y estos no tienen que ver siempre con la corrupción.
Juzgar a los demás pensando en su propia condición es propio de quienes tiene un alma pobre y un espíritu débil. La política se hace no a cualquier precio ni utilizando cualquier arma, de otra forma se menosprecia a la sociedad que se pretende representar.
Alan Céspedes Medina
Movilización de la Anef
Con la protesta de empleados públicos se me vino a la memoria un paro como en Codelco. ¿Por qué tomarse las calles?, ¿por qué no protestan en la plaza, o el fin de semana?
Teniendo muchos beneficios, como los días administrativos, mucho uso de licencias, bajo rendimiento en las últimas evaluaciones de los profesores, bonos especiales para el incentivo al retiro.
A cuánta gente le gustaría tener esa posibilidad de trabajar para el Estado, sabiendo que la principal empresa del Estado "no tiene un puto peso".
Eduardo Romero G.
Adiós a ex basquetbolista
Se supo rápido la noticia, Ricardo Schwarzenberg Arriagada ha fallecido. A pesar que por muchos años no mantuvimos una relación de amistad cercana, como lo fue por los años '70, su partida caló hondo en mi ser.
Un gran amigo, compañero de curso en la enseñanza media y compañero en varios equipos de básquetbol de aquellos años, incluyendo la Selección de Osorno, Universidad de Chile y el glorioso equipo del Liceo de Hombres, con los que nos paseamos por buena parte de Chile aportando no pocos trofeos para nuestra querida ciudad y también para nuestro querido liceo.
Muchacho de pocas palabras, pero de una inteligencia brillante, lo que lo hacía un gran conductor y generador de magnificas jugadas, sin desmerecer una certera puntería. La familia del básquetbol está de luto.
Él pertenece a una "dinastía" de este deporte en Osorno y merece mi más sentido pésame y el de la comunidad.
Adiós amigo, gracias por esos magníficos pases.
Jaime Ríos Bielefeld
Compras en supermercado
Me encontraba en una caja del Jumbo esperando en la fila. Mientras tanto, un caballero en la caja de al lado se quejó al escuchar el monto total de su compra: "¡Paulmann quiere ser rico y que uno sea pobre".
Hasta donde yo tengo entendido, quien enriquece al señor Paulmann son cada uno de los clientes que prefiere ir sus tiendas en lugar de ir a otro supermercado o local de barrio.
Si alguien no quiere enriquecer al dueño de Jumbo, por sentido común no debe ir a sus tiendas. Vaya a otro supermercado o al minimarket de su barrio.
Tomás Leiva Lerou