Museo de Río Bueno cumple 45 años difundiendo la cultura
APORTES. El inmueble se levantó gracias a las colecciones donadas por la familia de Arturo Möller, quien no alcanzó a ver su obra inaugurada en 1971.
El esfuerzo de un vecino de esta ciudad, que recorrió todos los rincones de la comuna y de zonas vecinas, permitió la creación del museo que lleva su nombre -Arturo Möller Sandrock- y que se ha transformado en una de las atracciones de la comuna ribereña.
Gracias a la inquietud de "don Arturo", éste recolectó especies, herramientas y elementos de la vida cotidiana, no sólo de las familias alemanas que colonizaron la zona sino que también de la cultura huilliche, reliquias que más tarde fueron donadas por su hija Augusta Möller, con lo que se concretó la idea del museo de la ciudad.
La historia indica que fue José María Furniel Peters quien cedió el terreno para la construcción del museo a expresa petición de don Arturo.
Reconocimiento
Su creador no alcanzó a ver cómo se distribuían las reliquias de colonos y aborígenes, debido a que falleció en septiembre de 1968. Finalmente el inmueble se inauguró en septiembre del año 1971, cuando la municipalidad -encabezada por su alcalde Humberto Papic-, recibe oficialmente la donación, que da existencia al lugar que educa a las nuevas generaciones con cada una de sus piezas.
Años después, profesionales de la Universidad Austral de Chile (Valdivia), encabezados por la arqueóloga Maryke Van Maurs, trabajaron en la clasificación, se instalaron las vitrinas y se ordenó el recorrido del visitante: la parte baja y media fue para la cultura indígena; en la parte alta se distribuyeron las herramientas, teléfonos, armas de fuego, largas y cortas, relojes de pared, vitrolas que se unen a la cerámica y vajillería, única en su tipo.
Ceremonia
En el recinto del museo y con la presencia de las autoridades, invitados e integrantes de la familia del fundador, su nieta Alicia Hott Möller recibió un galvano entregado por el alcalde Luis Reyes, por medio del cual se le agradece este aporte a la ciudad, y que es sitio obligado de visita para quienes desean aprender de las generaciones pasadas.
La primitiva colección de piezas reunidas durante muchos años por el recordado vecino en cada una de sus excursiones al sector rural, se ha incrementado con las donaciones realizadas por familias de la ciudad y sector rural, que se han identificado con el museo.
Aportes
Y es que como dijo una señora al entregar un recuerdo familiar, "aquí es donde mejor va a estar, y si alguno de los míos quiere verla, se dará una vuelta por este museo, donde está resguardada y a la vista de todos. Es un testimonio de lo que es mi familia", detalló la vecina.
Cada pieza que recibe el museo queda registrada con el nombre del donante, el tipo de reliquia y una breve historia, controlada por la encargada Fresia Salamanca.
Hace un par de meses el empresario valdiviano Norberto Petersen Meissner se sumó a quienes ha contribuido al crecimiento del museo riobuenino.
En la ocasión, Fresia Salamanca dijo que fue una grata sorpresa recibir el aporte de 100 monedas que van desde el año 1875 en adelante y billetes desde el año 1919, a lo que agregó los libros escritos por el valdiviano sobre la numismática y que hoy forman parte del patrimonio que tiene el establecimiento creado hace más de cuatro décadas.