Marea roja: crece venta de productos de mar y Salud evalúa levantar restricción
SANITARIO. Existe optimismo por el alza en el comercio y autoridades aseguran que el problema está en retirada en la Región.
Un repunte en las ventas de pescados y mariscos se han registrado durante las dos últimas semanas en las pescaderías de la ciudad, luego de la restricción que dictaminó el Ministerio de Salud por la marea roja detectada en las costas de la provincia.
Los productos del mar que están llegando a diferentes locales osorninos tanto de venta como restaurantes, provienen desde Chiloé y otros desde el norte del país.
La contaminación por marea roja fue decretada a fines de abril de este año en mariscos desde la provincia de Osorno hacia el sur, lo que provocó una baja en todos los productos extraídos del mar, incluyendo a los que no revestían peligro de intoxicación como es el caso de los pescados.
La situación se está revirtiendo dado que la Seremi de Salud ya ha levantado la prohibición en algunas zonas abiertas, y además que se mantuvo la llegada de pescados provenientes del norte.
Repunte
"Nuestras ventas bajaron en un 70%. Fue un golpe muy fuerte para nosotros, ya que el problema fue que la gente recibió muy mala información porque no se explicó que habían productos que sí se podían consumir".
Este testimonio pertenece a Miguel Moreira de la pescadería Rahue de la feria de ese sector, quien explicó que en épocas normales el local abría a las ocho de la mañana y atendía hasta las cuatro de la tarde, donde las ventas no cesaban y por lo general la mercadería se terminaba al finalizar la jornada.
Pero esta condición cambió luego del decreto de Salud, lo que derivó en bajas ventas y despido del personal de la pescadería, que de cuatro a cinco vendedores durante los fines de semana, cuando se da la mayor demanda, se redujeron a uno.
El comerciante señaló que durante la semana viajan dos veces a buscar mercadería a Puerto Montt, la que viene con sus certificados emitidos por el Ministerio de Salud como productos en regla, libres de marea roja.
"La gente pregunta si aún los mariscos tienen marea roja y nosotros les explicamos que los que ofrecemos no la tienen y les mostramos los certificados que lo demuestran y así están recuperando la confianza en nuestros productos", dice.
En este puesto entre los mariscos que actualmente se exhiben junto a sus certificados están los choritos, cholgas, almejas, choro maltón y zapato, y junto a ellos están los pescados como la merluza, el salmón, la albacora, sierra y atún de Maicolpué.
Productos certificados
En este sentido la seremi de Salud, Eugenia Schnake, indicó que permanece cerrada la costa Pacífico desde Maullín hacia el norte, al igual que Cucao y Mar Brava en Chiloé, pero que los valores en las mediciones de la toxina de marea roja están sostenidamente en baja.
Específicamente hay algunos mariscos que presentan una destoxificación mucho más rápida que otros, lo que tiene que ver con su capacidad de filtración de agua.
Schnake aseguró que la micro alga que causa la toxina paralizante ya se retiró en el mes de junio, por lo tanto los mariscos quedan y van limpiándose de esta contaminación a medida que la van filtrando, proceso que demora dependiendo de las características de cada especie.
"Espero que la próxima semana podamos abrir nuevas zonas. El mensaje a la población sigue siendo comprar mariscos en lugares autorizados y exigir la certificación".
Sobre los mariscos bivalvos a la venta, señaló que son analizados, por lo que en cada puerto de desembarque se toman muestras y no se permite la salida de los camiones para la venta, hasta que los laboratorios de Salud Pública entreguen los resultados.
Es por ello que el público cuando compra mariscos o los pide en un restaurante debe exigir los certificados que contienen la garantía entregada por los análisis de laboratorio.
Al cierre de esta edición se decretó la apertura para la extracción de todo tipo de recursos en los sectores de Linao en Ancud y Ensenada de Codihue en Calbuco, tras constatarse la disminución en los valores toxicológicos de los recursos, por lo que la provincia de Osorno sigue a la espera.
Meses difíciles
"Los certificados deben estar a la vista y se pueden comprar algunos mariscos que son seguros en nuestra Región, pero se debe exigir esta garantía, que además debe estar a la vista", concluyó la seremi.
Ana María Cárdenas de la pescadería Scarleth de la feria Rahue también aseguró que sus ventas de productos marinos están poco a poco aumentando desde hace dos semanas atrás, sobre todo en los mariscos, los que hace un mes decidió reincorporar a su stock.
La locataria relató que permanecieron dos meses sin poder vender mariscos ya que nadie se atrevía a comprarlos.
Además confesó que en el periodo más complicado de la prohibición de venta de mariscos el negocio sufrió pérdidas económicas producto de que tuvieron que botar más de tres cuartos de la mercadería que tenían a la venta.
"Estuvimos dos meses muy afectados y veíamos cómo nuestros ahorros se iban ya que no teníamos ninguna entrada", detalló.
Pese a que las ventas aún no se pueden comparar a las de meses atrás, Ana María Cárdenas estima que las ganancias se recuperaron en un 30% en relación a los días más críticos.
"Cuando recién salió la noticia tenía mucha desconfianza, pero ahora voy a comprar pescado y muy luego compraré mariscos", relata Jeanette Pérez, quien ayer llegó a la feria Rahue para comprar pescados. Explicó que se está informando sobre lo que van diciendo las autoridades de Salud y de acuerdo a ello va adquiriendo los productos del mar para no correr ningún riesgo.
Su vendedora de costumbre, Magaly Peralta, de la pescadería "El Pejerrey Chico", aseguró que ya van tres semanas en que le faltan los mariscos porque el público está de vuelta por ellos, lo que se vio durante el fin de semana largo del 16 de julio, cuando una gran cantidad de gente acudió a la feria en busca de pescados y mariscos.
Datos
Última medición Las machas que estaban en 9 mil microgramos por 100 gramos de carne de mariscos, ahora están en 500.
Locos Siguen consumiendo toxina, por lo que su baja es más lenta y por ello no se ha podido abrir toda la costa.