Proceso participativo
Sin lugar a dudas que los jóvenes deberían vencer la apatía que han demostrado en las últimas convocatorias a elecciones.
El objetivo del proceso constituyente que ha desarrollado el gobierno es que se alcance una amplia participación de la sociedad en la elaboración de la nueva Constitución que deberá regir a Chile. Por ello, se desarrollan cabildos en todo el país.
Hay que admitir que no es fácil lograr que las personas concurran a las convocatorias. Es un problema que se advierte en todo tipo de organizaciones, en que las personas son reacias a tomar parte. Centros de padres, juntas de vecinos, organizaciones sociales, etc., deben hacer grandes esfuerzos por lograr que sus integrantes acudan a citaciones y participen. El espíritu de las autoridades ha sido, en este caso, que no sólo se cuente con la opinión de los políticos, los partidos, las grandes organizaciones empresariales, sociales y sindicales, sino que las personas también tengan voz, con el fin de detectar de primera fuente cuáles son sus inquietudes.
El ideal sería que los participantes estuvieran debidamente informados respecto de la actual Constitución, para opinar con fundamento lo que se debe cambiar y qué se puede proponer. Sin lugar a dudas que los jóvenes deberían vencer la apatía que han demostrado en las últimas convocatorias a elecciones, con el objetivo de que puedan canalizar sus inquietudes y propuestas. Hay que recordar que debido a la baja participación en las elecciones, especialmente del segmento juvenil, se resolvió optar por la inscripción automática y voto voluntario, cuestión que tampoco ha dado resultados.
Las autoridades han buscado ser asertivas al convocar al proceso de participación, incentivando a las personas y apelando a su compromiso ciudadano de tener presencia con el fin de que se escuchen sus planteamientos y que la Carta Fundamental tenga una adecuada base de aceptación.
La sociedad chilena ha mostrado en los últimos años un fuerte espíritu crítico en muchos sectores del acontecer, pero también es necesario entender que la única manera de mejorar todo aquello que se cuestiona desde el punto de vista ciudadano es aprovechar los caminos que existen para realizar los cambios necesarios. Así funciona la democracia.