La crisis del fútbol profesional
Son millones de dólares que se generan, pero que no llegan a todos los clubes.
El fútbol rentado vive una realidad ficticia ya que gran parte de sus clubes asociados atraviesan por una crisis económica que requerirá más que una modesta ayuda para zafarse.
No resulta fácil entender lo que ocurre en el balompié profesional, donde la mayoría de las entidades están funcionando a pérdida y muchas casi en estado de quiebra. Los balances muestran en muchos casos que la cantidad de millones de pesos que tienen en contra supera con creces cualquier gestión deportiva que puedan realizar los planteles profesionales. Se recordará que hace unos meses Deportes Concepción fue desafiliado del fútbol profesional por resolución de la Anfp, aunque existe un recurso de protección de los lilas que está en la Corte de Apelaciones de Santiago. Es decir, hay instituciones que por mucho que peleen los lugares de privilegio, en cualquier momento pueden caer en la insolvencia, con el serio riesgo de desaparecer. En pocas palabras el fútbol rentado vive una realidad ficticia. Gran parte de sus clubes asociados atraviesan por una crisis económica que requerirá más que una modesta ayuda para salvarlos.
Y es difícil entender, principalmente por los volúmenes de dinero que genera esta actividad deportiva, que para muchos se refleja en los auspicios para la Selección Chilena y los ingresos por el Canal del Fútbol (CDF).
Son millones de dólares que se generan pero que no llegan a todos y si bien los clubes grandes puedan sortear sus problemas con relativa tranquilidad, de los medianos para abajo cualquier traspié los deja con serios problemas financieros.
Si a ello se suma la mala gestión que ha tenido la Anfp se confabulan situaciones para desencadenar los problemas que se advierten. Bien vale la pena preguntarse respecto a lo que se señalaba que sería el éxito de las sociedades anónimas deportivas, no sólo para los grandes sino para todos los clubes.
Algunos piensan que es necesaria una intervención que permita transparentar las realidades de los clubes y convenir en las salidas para salvar al fútbol de una crisis, sin embargo es muy difícil que el Estado lo haga considerando que significaría cesar a la Anfp, con el riesgo que podría generar a la Selección Nacional, que tantas satisfacciones nos ha dado. Sin lugar a dudas se ve difícil la salida.