Sanders da su respaldo oficial a Clinton tras resistirse más de un mes
COMICIOS. "Haré todo lo posible para que ella sea Presidenta", dijo el senador.
La aspirante demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, y quien fue su rival en las elecciones primarias, el senador Bernie Sanders, aunaron ayer fuerzas contra el magnate Donald Trump, después de que el legislador por Vermont dio oficialmente su respaldo a la ex secretaria de Estado.
En su primer acto de campaña juntos, Clinton y Sanders se dirigieron a un nutrido grupo de seguidores de ambos en la ciudad de Portsmouth (New Hampshire), donde el senador obtuvo una de las victorias más holgadas de las elecciones internas del Partido Demócrata en febrero.
Los dos líderes escogieron ese lugar para que el legislador hiciera público su apoyo a la ex primera dama tras resistirse a hacerlo durante más de un mes, desde que Clinton superó a principios de junio el número de delegados necesarios para asegurar su nominación.
"Clinton ganó las primarias y la felicito por ello. Será la nominada demócrata para la Presidencia y haré todo lo posible para que ella sea la próxima Presidenta de EE.UU.", dijo Sanders entre aplausos de los asistentes.
El movimiento político despertado por Sanders durante la campaña de primarias, especialmente entre los jóvenes, permitió al senador ejercer una mayor presión sobre el programa del partido para los próximos cuatro años, logrando imprimir una agenda más social de lo previsto.
Ahora, ambos políticos decidieron sumar sus fuerzas contra Donald Trump, quien será nombrado el candidato republicano la próxima semana.
Sanders centró su discurso en delinear los puntos comunes de su ideario con la ex secretaria de Estado, y compararlos con las propuestas del multimillonario.
"Hillary Clinton entiende que debemos arreglar una economía que es injusta y favorece al 1% (más rico) de la pirámide. Hillary Clinton entiende que la gente que trabaja 40 horas a la semana no debe vivir en la pobreza", aseveró el legislador. "Pero su oponente, Donald Trump, tiene una visión muy diferente. Él cree que los estados deberían tener el derecho de bajar el salario mínimo o incluso suprimir el concepto de salario mínimo", advirtió.