En 1987, la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió que cada 26 de junio se conmemore el Día Internacional Contra el Tráfico Ilícito y Abuso de Drogas, para reforzar la acción y cooperación de tener una sociedad libre del abuso de esas sustancias. La Asamblea General reconoce que pese a los esfuerzos de la comunidad internacional, el problema mundial de las drogas sigue poniendo en grave peligro la salud y la seguridad pública y el bienestar de la humanidad, en particular de los niños y los jóvenes, y amenazando la seguridad nacional. Por ello, están y deben seguir estando controladas.
Es cierto, uno de los problemas de seguridad que más preocupa a nuestra población chilena es el aumento del narcotráfico. El consumo de drogas atrapa a los más jóvenes principalmente y la venta ilegal, aparejada con la violencia que se toma las poblaciones, naturaliza el uso de armas y crea espacios de normas paralelas en las ciudades. La respuesta a esta realidad ha sido el combate y el tratamiento del asunto como un delito, además de algunos programas de prevención, pero que no logran solucionar el problema, ni frenar el crecimiento del negocio. En varias regiones, por ejemplo, las cifras denotan el incremento en el consumo de la pasta base, una de las más dañinas de las sustancias ilegales.
El inicio precoz en el uso de drogas ilícitas son patrones de conducta que cada vez tienen más presencia en nuestros niños y jóvenes, lo que conlleva también a la violencia y al riesgo de caer en alguna acción delictual para conseguir dinero para proseguir el vicio. Según expertos, en las causas que llevan a los jóvenes a estas conductas y a actuar violentamente se conjugan varios factores, como la baja autoestima, la escasa percepción de riesgo, un medio familiar disfuncional, o la necesidad de aceptación y pertenencia a determinados grupos, ante el abandono de los padres. Todo esto amerita que los padres se involucren en la vida de sus hijos, que sepan y conozcan con quiénes se juntan y qué hacen.
Pero también es relevante poner el acento en iniciativas de carácter preventivo como las estrategias de apoyo integral con el aumento de orientadores en los colegios y la coordinación de los esfuerzos de docentes con los de apoderados.
Es más fácil engañar a la gente
Que convencerla que ha sido engañada; Mark Twain. Atornillar: Enroscar, ajustar, remachar. Sujetar con tornillos. Verbo de la primera conjugación
Modo de conjugación: Sujetando una cosa con otra a través de tornillos. Quienes lo conjugan: Antiguamente maestros y dueñas de casa.
Sin embargo, desde que se reinauguró la democracia, este verbo pasó a ser patrimonio de los congresistas. Porque, y sin ánimo de pelambre, los políticos de hoy no son elegidos, son atornillados a su escaño al que se aferran con uñas y mugre siendo prácticamente imposible destornillarlos. Aún más, si por alguna extraña razón no son reelegidos se las arreglan para dejar a un hermano, primo, tío o sus propios hijos...
¿Defecto de la democracia? ¿De la nuestra? Como se sabe, en algunos países como Japón, cuando el país va cuesta abajo el Primer Ministro no sólo puede, debe adelantar elecciones con el propósito que los ciudadanos tengan la posibilidad de elegir a alguien más capacitado para hacerse cargo del problema, aquí en cambio quienes nos gobiernan y hacen las leyes aún cuando lo hagan pésimo, no sólo cumplen todo su período sin arrugarse siquiera; son reelegidos. Sin duda, podríamos concluir que esta aristocracia parlamentaria es lo que es gracias a nuestros votos ¿Por qué quejarnos entonces?
Por otro lado, las consecuencias de tener un parlamento (incluido gobernantes) atornillados en sus sillones tomando pésimas decisiones para el futuro del país, no sólo muestra una calidad mínima en los votantes, sino un riesgo máximo al que estamos expuestos por flojos, por no pensar, por no exigir siquiera un currículum básico a los candidatos a cargos tan importantes como son los diputados, el senado y el propio gobierno.
Arturo Alessandri, ex presidente de la República, comenzaba sus discursos sin falsa delicadeza con "Mi querida chusma inconsciente", hoy por supuesto sería enviado al patíbulo por ofender al pueblo. Aquí entre nos, quitando celulares, 4 X 4, plasmas, GPS, Internet, twitter, etc., como pagadores de impuestos con derecho y deber a votar ¿somos mejores a la hora de elegir? ¿O seguimos siendo esa misma chusma inconciente?...
Vivian Arend