Sergio Silva
"Para nosotros no es nada nuevo lo que dice el padre Pedro. Discrepamos en la forma cómo lo dijo, pero lo que nos dice es que no nos cansemos de buscar las vías de diálogos con el obispo y eso lo ha repetido en distintas ocasiones. Nosotros le hemos señalado que nuestra estrategia es distinta a la suya, somos una organización de laicos y no de curas", expresó Juan Carlos Claret, vocero del movimiento de laicos de Osorno.
Sus dichos responden a las palabras expresadas en una entrevista concedida a este medio (edición del martes) por el padre Peter Kliegel. En la crónica, el sacerdote diocesano expresó sobre su relación con el obispo Barros que son "muy cercanos, yo trato de que él pueda acercarse también a la sociedad de Osorno".
En paralelo, al consultarle sobre el mensaje que le envía al Movimiento de Laicos, Kliegel sostuvo que "mi mensaje es que dejen la resistencia y que busquen más allá".
Distintas posiciones
Según Claret, es sabido que el clero diocesano está dividido, ya que hay sacerdotes que apoyan la presencia del obispo Juan Barros como autoridad religiosa en Osorno y otros que la rechazan, debido a que se le cuestiona la cercanía que tuvo en el pasado con el sacerdote Fernando Karadima, condenado por la justicia vaticana en 2011 por abusos contra menores.
"Nosotros respetamos su palabra y es bueno que participemos de instancias comunes, pero los curas están siguiendo una estrategia con Barros, donde hay algunos que expresan que debe renunciar y en esa línea se encuentra el padre Pedro. El Papa ha dicho que lo va a dejar, por lo que nosotros seguiremos con nuestra postura de pedir la renuncia del obispo", remarcó uno de los voceros de los laicos.
Mario Vargas, quien también oficia como uno de los líderes del movimiento, expresó que la organización que rechaza la presencia de Barros en Osorno se mantiene más unida que antes y ello queda reflejado en las actividades que han desarrollado en la ciudad o la marcha hacia Valdivia.
"El padre no se ha 'dado vuelta la chaqueta' como pueden pensar algunos, siempre ha tenido una postura al diálogo y eso nos incentiva a buscar la forma de convivir y hacer el bien común. Ello generó una crisis al interior de la Iglesia Católica, no en nosotros. La organización nunca se ha fracturado. Ahora estamos abocados a recolectar firmas para que la autoridad local decrete persona no grata para la comuna al obispo", indicó Vargas.
Claret agregó que como movimiento han hecho lo posible para sostener un diálogo con el obispo, pero en las seis ocasiones siempre ha estado la presencia policial.
"Ahora es tiempo que él (obispo) nos busque. Barros tiene nuestros contactos, pero sin la fuerza pública de por medio, como han sido los frustrados encuentros. Ya agotamos los recursos para dialogar, ahora la responsabilidad recae en el obispo Barros, y es por eso el llamado del padre Pedro a no cansarnos", expresaron los representantes.