Finalmente se ratificó lo que auguraban varios integrantes del Consejo Regional (Core). Producto del declive evidente de la economía nacional, expresado en los índices de producción y de desempleo, la Región tendrá este año 10 mil millones de pesos menos para invertir en comparación con lo inyectado el año pasado, mediante el instrumento del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR). La notificación, después de numerosos llamamientos hechos por los consejeros regionales para que el Gobierno transparentara la situación financiera, fue realizada en una reunión extraordinaria del Core, donde el intendente y sus asesores comunicaron que el FNDR de este 2016 tendrá sólo 80 mil millones de pesos, sin la posibilidad acostumbrada de solicitar aportes suplementarios al nivel central durante el año, que es la tónica habitual de lo que ha sucedido en el país en el último tiempo.

Esta claridad en las cifras de inversión de decisión regional permitirá a los alcaldes priorizar los proyectos que impulsarán este año y dejar en "reserva" los otros, facilitando la concreción de los programas y, lo que es muy importante, transmitir a sus electores que a diferencia de otros años, aparentemente ahora no habrá la opción de esperar fondos extras al nivel central. Estos recursos complementarios llegaron el año pasado a la no despreciable cifra de 10 mil millones de pesos, lo que permitió sin duda darle mayor impulso a la economía regional.

Lo que deja en evidencia esta reducción del FNDR es que el país necesita retomar cuanto antes el dinamismo para al menos igualar la marcha económica que ha caracterizado al país desde fines del siglo pasado. Mientras el clima de incertidumbre permanezca, las decisiones se ralentizarán y la inversión pública y privada no podrá estar acorde a las necesidades del país y de las reformas que se han impulsado durante esta administración.

El recorte del FNDR impactará directamente en los municipios, que es el referente más cercano del Estado que tiene la ciudadanía. Por ello es que serán los alcaldes, precisamente en un año electoral, los primeros beneficiados o damnificados con esta medida.

30 años | 19 de junio de 1986

Con madera Osorno ayudará a la zona central

Madera y material de construcción deberán ser los aportes que efectúen las comunidades de Osorno a la campaña "La Décima Región ayuda a los damnificados", iniciada en favor de las miles de familias y hogares de la zona central que se vieron afectados por el desborde de ríos y esteros.

20 años | 19 de junio de 1996

Termómetros osorninos marcaron 4° bajo cero

Una temperatura mínima de 4 grados bajo cero se registró en Osorno a las ocho horas de ayer. Según las informaciones proporcionadas por la Oficina de Aeronáutica de Cañal Bajo de la ciudad, el margen anticiclónico que provocó esta ola de frío se mantendrá hoy durante todo el día.

10 años | 19 de junio de 2006

Terminal de buses saludó a los papás en su día

Grata fue la sorpresa que se llevaron los padres que llegaron hasta el terminal de buses de Osorno. Las puertas de ingreso y salida del recinto mostraban un claro mensaje: "Feliz día papá". En el interior fueron muchos los padres que que recibieron balones de fútbol, lápices y otros regalos.

Nunca olvidaré a David Muñoz, el "Chino". Él era un locutor bastante consolidado en la Radio Sago cuando llegué a hacer mis primeras prácticas como periodista en el verano de 1982-1983. Aquél era un Chile -¡y un mundo!- muy distinto al que hoy tenemos. No había teléfonos móviles y mucho menos Internet. Por no haber, no había ni democracia y el periodismo era un oficio apenas tolerado (en esto último hay cosas que no han cambiado). Me puse a las órdenes de Tito Geisser, que era el jefe de Informaciones de Sago, y también estaba allí Juan Lara Cancino. David era locutor de continuidad. Listo, avispado, el "Chino" absorbía las informaciones como una esponja.

Un día, al llegar a la radio, un junior me pasó un mensaje: había ocurrido un grave accidente en el puente San Pedro, un microbús había quedado colgando y estaba a punto de caer al río. Salí corriendo desde la plaza de Armas hasta el puente. Llegué con la lengua afuera sólo para comprobar que no había microbús, ni accidente, ni nada parecido. Volví a la emisora y en la máquina de escribir que me habían asignado había un falso mensaje del Sagobuzón: "Se busca periodista chambón. Viste bluyín azul y buzo de la Universidad Católica. La última vez que se le vio fue cerca del Puente Rahue. Firmado: tus admiradores".

La novatada era obra de David Muñoz, que me había estado observando escondido con otros trabajadores de la Sago desde una dependencia vecina. Tito Geisser, que no podía ocultar la risa, pasó a mi lado moviendo la cabeza. El "Chino" vino a mí y me dio un abrazo de consolación. Desde ese día, nunca salí corriendo detrás de una noticia sin hacer unas mínimas comprobaciones.

Aquella broma creó un vínculo especial que se consolidó aún más cuando mi padre, Freddy Müller, y Tito Geisser nos pidieron que les sustituyéramos durante un mes en el programa "Deporte en ritmo" que se emitía los domingos. Esa fue para mí, a los 18 años, una experiencia impagable y aprendí al lado de David a mantener la tranquilidad ante el micrófono, a comunicar con eficacia y a lidiar con los imponderables de la emisión en vivo y en directo.

Sólo David sabía -al igual que Tito Geisser, al que perdimos el año pasado- lo muy agradecido que siempre me sentí por sus enseñanzas. Con ellos aprendí cosas que no se aprenden en las universidades ni en los másters. Esa broma de David fue para mí como el famoso rito de iniciación del Lazarillo de Tormes, cuando el ciego le golpea la cabeza contra el toro de piedra a orillas del río en Salamanca. Más divertida y menos brutal, su broma fue una advertencia de que no todo lo que me iba a encontrar en la vida como periodista era lo que parecía ser.

Compartí muchas cosas con David Muñoz: la radio Sago, las enseñanzas de Tito Geisser, el Diario Austral, su pasión por la noticia, el espíritu de servicio de los bomberos… Pero nunca le podré pagar como merecía aquella lección. Ni tampoco el cariño con que la firmó: "Tus admiradores". No, querido David, el que realmente te admiraba era yo. Buen viaje, amigo.

John Müller, periodista adjunto al director

del diario digital El Español de Madrid