Calidad de vida de Osorno
Me tomé la libertad de expresar mediante estas escasas líneas aprovechando la edición digital que utiliza su website. Quiero destacar los grandes avances que cada vez que viajo puedo observar. Osorno debe tener la plaza de Armas más bella del sur de Chile y si no, del país, su centro despejado, sus lugares ordenados , lejos del desorden nortino, gente que te saluda, parquímetros muy económicos (en Chillán cada 20 minutos, 390 pesos; 21 minutos, ¡780!,sin piedad ), una conectividad a muchos lugares bellos. Sin duda el combustible es lo más incómodo, pero eso es cuento aparte.
Sin duda mi Osorno ha cambiado. El Parque Pleistocénico da alegría, y también envidia sana ver un estadio emblemático, como el Alberto Allaire, donde me llevé cada fin de semana el maicillo en las rodillas y codos en mi Camilo Henríquez, ahora es un estadio semi pro con la calidad y decencia que el pueblo rahuino merece.
El motivo de este mail es sólo con el ánimo de que el osornino valore y se reencante con lo que es Osorno, su gente linda, su entorno, y aunque no sea un mundo perfecto, sin duda estar lejos sólo provoca comparar y recordar la hermosa vida del sur.
Marcelo Paredes Miranda
Dios y la sociedad
Ante los males del mundo que hemos presenciado estás últimas semanas, tanto en nuestro país como en el exterior, qué vigentes y significativas son las palabras del profeta Jeremías: "Doble falta ha cometido mi pueblo. Me ha abandonado a mí, que soy manantial de aguas vivas, y se han cavado pozos, pozos agrietados que no retendrán el agua" (Jer.2;13).
Estamos insertos en una sociedad cada vez más secularizada. Pero no es lo mismo sacar la religión de la vida del Estado y la sociedad civil a que el hombre saque a Dios de su corazón, porque ése es el comienzo de un fin no deseado, la autodestrucción, ya que sin Dios no hay vida verdadera.
El secularismo ha tocado todos los ámbitos de la experiencia humana, así, el hombre ya no es visto como creación de la imagen y semejanza de Dios destinado a vivir eternamente junto a Él, sino un producto final de la evolución, por lo tanto, un animal superior a los otros que logró sobrevivir. Y qué decir de la naturaleza; para el hombre secularizado no es el encargo y regalo que Dios ha dado al hombre para su justa administración, sino el lugar de explotación y aprovechamiento personal.
Siendo esta la realidad de nuestra sociedad actual, ¿qué más vamos a esperar de las acciones humanas? Tal vez nos hemos olvidado de Dios y de su misericordia, lo hemos sacado del centro de nuestra vida, de nuestros intereses, preocupaciones y prioridades.
Tal vez hoy es el momento de abrir el corazón y escuchar el susurro de Dios, tal vez hoy es el tiempo para darle el lugar que le corresponde en nuestra vida y en el mundo creado por Él.
Fabiola Portales Pape, catequista y profesora de religión
Vóleibol en Osorno
Bien. Ahora le correspondió al LERO. Que siga la práctica del vóleibol, por lo menos entre los estudiantes, en esta ocasión con participación de colegios de distancias lejanas.
¿Y los adultos? ¿Nada?
Germán ÁlvarezMatanza en Estados Unidos
Razón tenía un facultativo osornino cuando años atrás me decía que estos reventones horrorosos se irían produciendo periódicamente en distintas partes sin motivo que lo justifiquen. Y con el paso del tiempo al parecer el facultativo tenía sobrada razón en sus argumentos planteados.
Pero si observamos estos actos criminales ejecutados en distintas partes, luego de una lógica reflexión, la culpa no es toda de ese o de esos criminales enfermos descontrolados que presionan al disparador de un arma de fuego homicida. Monstruos dominados por la droga, su guarida está infectada por el virus de la maldad sin límites, presto a clavar el puñal por la espalda al primero que lo mire con malos ojos.
Para esa semilla de maldad no hay remedio, ni hoy ni mañana, siempre será él mismo una carga para el Estado y la sociedad toda. Pero como decía un estadista, "dejémoslos que vivan para que vivan con ellos la ignominia".
¿Sabemos acaso la sorpresa que nos espera de un momento a otro, con resultados fatales?, ¿pensaban acaso esos jóvenes que se divertían dentro de ese recinto de diversiones, en la localidad de Orlando, lo que les esperaba?
Guido Bello Martínez
Buenos libros
Los buenos libros son fuente de sabiduría para aquel que leyéndolos, reflexiona y medita, de lo contrario tienen la misma utilidad que le prestan al burro.
Marcos Concha Valencia