"Lo que comenzamos se transformó en un movimiento y eso es reconfortante"
Un cambio radical en su carrera artística vive desde hace más de un año el actor y comediante nacional Juan Pablo Flores, de 42 años.
El artista reconocido por sus hilarantes monólogos y Stand Up, cuenta que está dedicado 100% a ser papá, ya que cuida a su pequeña hija de un año.
Y si bien en un comienzo resulta difícil entender por qué este artista, uno de los rostros fundadores del extinto programa Club de la Comedia, que destacó por sus personajes "terrible jefe", el "imitador de sonidos" o el "gay encubierto", hoy prefiere vivir una vida alejada del movido mundo del espectáculo, él lo simplifica señalando que es una persona que tiene múltiples facetas y hoy quiere vivir una etapa distinta, lejos de la luces y quizás encaminado al mundo del diseño o la arquitectura.
Juan Pablo Flores, que es osornino y su familia materna es de la ciudad, cuenta que si bien no creció en Osorno, guarda buenos recuerdos de la zona cuando visitaba a su abuela. Hoy, en este vuelco de su vida, dice valorar más que nunca la paz que dan ciudades como ésta, lejos del movimiento de la capital.
-¿Por qué te tomaste un alto luego que terminara el Club de la Comedia?
-Estoy cuidando a mi pequeña hija, desde que nació dejé de hacer cosas artísticas, además tengo otra hija más grande, a la cual aprovecho de dedicarle tiempo y llevarla al colegio, estoy como en otra, en realidad, descansando y bien desconectado de todo, con decirte que no tengo Twitter ni Watsapp.
-¿Decidiste alejarte del mundo artístico definitivamente?
-Me han llamado para hacer hartas cosas, pero quise tomarme un tiempo. Quedé un poco cansado en realidad y no es que no me guste seguir en lo que estaba y por lo que luché mucho, pero fueron más de 12 años en el humor y las personas no necesariamente tienen que desenvolverse en una sola cosa, quiero ir contra la corriente y ahora voy a dedicarme a algo en que pueda tener mayor control de mi tiempo y me permita disfrutar de mis hijas.
-¿Tienes algo en mente?
-Quiero generar algún negocio en relación a algo que me atrae mucho, como es la arquitectura, aunque no estudié nada relacionado con eso, es algo que me gusta, por ejemplo, la casa donde vivo la diseñé yo, así que ya estoy pensando en algún proyecto. Ahora, no descarto en el futuro, porque estudié comunicación audiovisual, continuar haciendo videos o cortometrajes, de hecho tengo algunos guiones escritos.
Moda Stand U
-¿Qué te parece que el Stand Up Comedy sea hoy una moda?
-Ahora vivo en Colina, que queda algo retirado de Santiago, así que estoy muy desconectado, pero he podido ver o enterarme que existe mucha gente que hoy hace Stand Up, el estilo se ha masificado naciendo gente nueva, hombres y mujeres que se abocan a hacer rutinas, lo que es un escenario distinto comparado a cuando nosotros comenzamos, donde prácticamente no lo hacía nadie.
-¿Pero te parece bien?
-Me sorprende la cantidad de gente que está haciendo Stand Up, me tocó ir a Coquimbo hace un tiempo y me sorprendió porque ya no es que te lleven a ti, sino que hay como un ciclo de Stand Up, por ejemplo todos los jueves de mayo y eso es algo que hace tres años era impensado, pero me resulta interesante porque nosotros partimos con este estilo crítico, y ahora que se acabó el Club de la Comedia podría haber desaparecido y afortunadamente no fue así. Lo que comenzamos se transformó en un movimiento y eso es reconfortante.
-¿Se sienten los precursores del del Stand Up Comedy?
-En realidad sí, porque antes que nosotros apareciéramos en el canal Vía X, la gente no sabía lo que era el Stand Up y los que practican el estilo ahora partieron viéndonos a nosotros, entonces básicamente se generó un movimiento que no ha parado hasta hoy.
.¿Qué caracteriza al estilo?
-Lo bueno que tiene es que cada monologuista tiene su sello y cuenta cosas que antes no se tocaban y eso es importante porque se democratizó el tema de hacer algo artístico. Ahora cualquier persona que tiene alguna idea o propuesta se atreve a presentarse en algún bar y probar suerte, ya no es necesario ser actor o humorista.
-¿Y eso no genera mucha competencia?
-Me he enterado que hasta extras que teníamos en el Club de la Comedia hacen Stand Up, hasta antiguos comediantes del humor clásico lo desarrollan hoy, así que se abrió un espacio y la gente y los canales lo entendieron.
Aunque creo que es bueno y malo también, porque hay muchos que dicen 'ahhh, yo puedo hacerlo' y cuando presentan su show, es mejor que se hubieran quedado en la casa. Pero eso también tiene el Stand Up, que es una especie de circo romano donde muchos se presentan y a algunos les va bien y otros son abucheados, pero todos tienen algo que decir.
-¿Extrañas al Club de la Comedia?
-No, no mucho, nada en realidad. Y también se debe a que antes del Club yo había empezado a hacer programas de humor en los canales UCV Televisión y en Vía X, entonces fueron muchos años haciendo programas cuando nadie hacía espacios de humor. Entonces, fue tanto el trabajo de tocar puertas y hacer todo por cuenta propia, que creo que estoy cansado.
-Pero alcanzaste mucho éxito con el Club de la Comedia...
-El Club de la Comedia se desarrolló en televisión abierta y lo malo es que ésta tiene vicios o formas que no tienen nada que ver con el trabajo artístico, lamentablemente eso generó una constante pelea con los gerentes y el canal, a causa de los contenidos y las líneas editoriales siempre tan cerradas, que iban en contra de lo que es la comedia o el Stand Up, algo espontáneo y libre.
-¿Continúas manteniendo contacto con algunos de los integrantes del Club?
-Sí, por ejemplo, Sergio Freire siempre me invita porque a él le encanta el Stand Up y se está presentando y probando material. Ahí es cuando me entero que hay mucha gente haciendo rutinas.
Con Sergio somos cercanos, con él hicimos las películas de los Carabineros, entonces sí hay algunas relaciones que se mantienen.
Nexo local
-¿Qué te une con Osorno?
-Yo nací en Osorno, pero no viví allá, mi mamá fue nacida y criada en la ciudad y mi abuela también.
Cuando yo iba a nacer mi madre quiso viajar donde mi abuela y por eso nací allá (en Osorno) y de hecho mi hermano también es osornino, pero yo crecí en Parral (Región del Maule) y luego viví en Santiago. Hace como tres años que no visito Osorno, pero es muy linda la ciudad y se valoran mucho lugares como esos, donde se encuentra paz para vivir y de hecho estoy pensando cambiarme de ciudad, pero es algo que debo definir en familia.
"Quiero generar algún negocio en relación a algo que me atrae mucho, como es la arquitectura, aunque no estudié nada relacionado con eso, es algo que me gusta".
42 años tiene Juan Pablo Flores, el osornino que despegó en otra ciudad y que se hizo conocido por su talento.
12 años y un poco más trabajó el actor y comediante por impulsar un estilo de humor que hoy se ha masificado.