En materia de turismo, la comuna de Osorno y la provincia homónima tienen mucho que hacer. A diferencia de otros sitios del país que ya se han posicionado fuertemente como polos de atracción turística, ahí están los ejemplos del eje Villarrica-Pucón, Valdivia o Puerto Varas, esta zona, a excepción del cada vez mayor ingreso de ciudadanos argentinos por el Paso Cardenal Samoré, no figura todavía en el "mapa" de los puntos de interés para los visitantes nacionales o internacionales. Visto desde el lado positivo, más que constituir un problema, las autoridades y los operadores turísticos de la provincia se encuentran frente a una gran oportunidad, pues todo lo que se haga de manera consciente y programada debiera redundar necesariamente en un incremento de los visitantes y, por tanto, en un provecho económico para la zona.

En este sentido, el recientemente aprobado Plan de Desarrollo Turístico (Pladetur) de Osorno va en la dirección correcta. Primero, por constituirse en un esfuerzo serio de sistematización del estado actual del turismo local y de hacia dónde se quiere transitar; y segundo, por incorporar en la estrategia de promoción la poco explotada variable paleontológica que ofrece la ciudad gracias al sitio de Pilauco, donde se realiza una excavación arqueológica de primer nivel que de seguro será de gran interés para el creciente turismo de intereses especiales.

El Pladetur, que fue presentado formalmente la semana pasada, aborda esta oportunidad que tiene Osorno para ofertarse a nivel nacional e internacional como una ciudad de rico pasado natural, permitiendo a los visitantes aproximarse a la vida de la fauna prehistórica mediante los hallazgos del gonfoterio en Pilauco. Esta "tierra de gonfoterios", como se le ha denominado ahora, le da un carácter único a la zona junto a la excavación que se realiza en Monte Verde, en la comuna de Puerto Montt.

En lo inmediato, el nuevo plan contempla determinados hitos a realizarse durante el año, como un concurso de repostería y, seguramente lo que llamará más la atención, un concurso de parrilleros que se hará en septiembre en el Parque Chuyaca. Claras oportunidades para posicionar el nombre de Osorno en la parrilla de panoramas nacionales.

Si revisamos el estudio de las inteligencias, es probable que nos demos cuenta que mundialmente, como país o como región, hemos cambiado. Antiguamente sobrevalorábamos las inteligencias matemáticas y científicas, y hoy también potenciamos otras, aquellas que conllevan habilidades blandas y competencias transversales. En ONG Canales trabajamos de manera conjunta con los docentes del área técnica, promoviendo entre nuestros estudiantes los equipos de trabajo, la autonomía, la confianza en las propias capacidades, orientación a resultados y redes de apoyo.

Creemos que valorarnos a nosotros mismos no sólo nos permite trabajar un proyecto determinado, sino que aplicarlo a la vida; estableciendo las limitaciones personales y fortalezas en diferentes situaciones.

Los tiempos cambian, el trabajo evoluciona, se aceleran los procesos, aparece la mejora continua y la tecnología, nos encontramos con innovaciones en todas las áreas: agropecuaria, marítima, portuaria, pesquera, turismo y de servicios. Por eso, es tan valioso saber cuáles son las necesidades empresariales, incluso en tiempos complejos; valorar el emprendimiento como la forma de reinventarse en distintos aspectos, desde nuestra idea de negocio hasta la forma optimista del pensamiento.

Hoy contamos con la información necesaria para capacitar y capacitarnos a fin de generar otros espacios laborales. Como educadores no podemos estar ajenos a ello; la educación técnica se consolida bajo la mirada del empresariado y es ahí donde directivos y docentes deben entregar las condiciones necesarias a sus estudiantes, para mejorar la forma de vida; otorgando herramientas y oportunidades de proyectos, entendiendo que ante la crisis podemos descubrir cuáles son nuestras potencialidades.

En ONG Canales hemos insistido que la empresa nos cuente sus demandas y que los liceos técnicos profesionales dialoguen, a fin de encontrar puntos en común y avanzar, sin embargo, es preciso generar políticas públicas que contemplen no sólo el emprendimiento como un módulo dentro del plan de estudio, sino que los liceos reciban recursos suficientes para motivar nuevas ideas, que sean sustentables y generen empleo a lo largo del tiempo. De esta forma, motivaremos a nuestros estudiantes a tener actitudes emprendedoras y valorar la creatividad como parte del proceso formativo.

Mariela Silva Salas, asistente técnico

de Emprendimiento de la ONG Canales