Libertad condicional
Ya tenemos un número importantes de delincuentes beneficiados con la reciente medida de libertad condicional que reincidieron, pero acaso ¿había alguna duda?; "tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe", así parecieran proceder ciertas personas responsables o autoridades en diferentes materias en nuestro país, todo indica que frecuentemente nos afectan ciertos encantamientos poco razonables que más parecen experimentos sociológicos que buenas medidas de sentido común.
Un ejemplo de ello es el rechazo mayoritario que genero la puesta en libertad condicional de personas con condena de diferente grado y en un número tan alto por la susodicha comisión, ello no se condice con la problemática delictual que afecta a nuestra nación y más tarde que temprano muy probablemente se confirmará el error cometido aunque no se reconocerá y menos sacaremos una lección. Sería bueno que aprendiésemos de los errores del pasado o de la sapiencia de países más desarrollados, capacidad de la cual parece, carecemos.
Muchos nos preguntamos ¿para dónde va el barco, qué se quiere conseguir?; pues se esperarían metas de largo plazo contundentes y un mayor sentido de país; más allá de la política contingente o arriesgadas medidas y visiones idealistas.
José M. Caerols S.
Política de créditos
Este año, las contradicciones de la política pública de créditos estudiantiles se han manifestado en su máximo esplendor.
Mientras nos enteramos por un lado que la glosa de gratuidad contempla 517 mil millones de pesos para financiar los estudios de jóvenes de hogares de bajos ingresos, el monto asignado a la compra de deudas a los bancos en la misma partida presupuestaria es de 598 mil millones.
Es decir, mientras por un lado se nos dice que "no hay plata" para las reformas (la tesis de la billetera blanda), por otro, vemos que el Estado chileno gasta aún más dinero en evitarles el dolor de cabeza de la cobranza de los créditos a los bancos.
Como si esto fuera poco, nos enteramos -además- que el monto adeudado por concepto del Fondo Solidario de Crédito Universitario asciende también a los 533 mil millones.
En este escenario surrealista, queda clara la jerarquía moral de las responsabilidades: mientras las deudas del Estado pueden no pagarse (en la práctica, el Fondo Solidario es para muchos una beca), la gratuidad no puede implementarse porque no hay plata mientras a los bancos hay que pagarles porque -claro- son los bancos.
¿Quién tiene la culpa?, ¿los bancos inescrupulosos, el gobierno o los egresados que no pagan sus deudas?
Mientras intentamos responder estas preguntas -un poco tarde-, queda claro que la práctica de gobernar con créditos sencillamente no funciona. Y no es necesario tener una calculadora para darse cuenta.
Felipe González, académico U. Central
Marea roja
La catástrofe que está ocurriendo en las aguas del litoral chileno especialmente en Chiloé, es algo que nos debe hacer reflexionar para el futuro de la vida humana.
Aparte de provocar una gran cesantía, también golpea seriamente la economía del país. Esto no es otra cosa que la conducta humana, que no ha pensado en el ambiente que debe cuidarse. Cómo hacer pensar al hombre para que construya futuro con esperanzas, cuidando lo que lo rodea, para las futuras generaciones.
Cómo hacer pensar que en cada decisión que tome ayude a construir un mundo sano de atrocidades y plagarlo de purezas y sin contaminaciones. Cómo hacer pensar que algún día, se piense de verdad en la vida.
Si bien es cierto que esto se puede producir por el calentamiento global, no es menos cierto que esto también lo produjo la mano humana por contaminarlo todo. Ojalá que este desastre producido en este pequeño país sirva de algo para cambiar la actitud.
Arturo Goddard Bravo
Chiloé
La crisis en Chiloé es sólo la punta del iceberg. Los problemas radican en la gestión del Ejecutivo. La falta de incentivos a la producción, la monoproducción, la centralización en la toma de decisiones, entre otros, repercuten de forma directa en cómo hoy los chilenos ven que las regiones van perdiendo su capacidad económica, y caen como piezas de dominó rendidas ante la falta de políticas públicas acordes a las necesidades actuales.
Camilo Cornejo
Destino
Se fue Cristina y se va Dilma. Continuará...
Andrés Urrutia