Leonardo Yevenes
Juana Silva, dueña de la cocinería del mismo nombre y del restaurante Rincón Chilote -ubicados en el primer piso del Mercado Municipal-, asegura que debido al temor que existe entre los clientes por contagiarse con marea roja al comer algún producto contaminado con dicha toxina presente en gran parte del litoral de la Región, ha debido reinventarse y darle un giro a las cartas de platos de ambos locales.
Este fenómeno marino que ha traído grandes perjuicio a los pescadores, mariscadores y la cadena productiva en general, tuvo como punto de partida el pasado 20 de abril, cuando se decretó la alerta sanitaria por marea roja, que a la par prohibió la extracción de una serie de productos -especialmente mariscos- debido a que están infectados con la toxina provocada por la micro alga Alexandrium Catenella, que pasa al ser humano al ingerirlos y que puede llegar a causar la muerte, independiente de si los mariscos están crudos o cocidos.
Ante una débil campaña comunicacional que establezca qué productos se pueden ingerir, se suma el temor de los visitantes a las cocinerías, las que han visto reducida entre un 30% y 50% la asistencia de público a sus locales.
Ampliar la oferta
Por eso en las últimas dos semanas Juana le ha dado mayor énfasis a platos que contienen carnes rojas, legumbres y cazuelas, en desmedro de mariscos o pescados, aunque de ambos sigue sirviendo sin problema, ya que asegura los trae de la zona norte donde no hay prohibición. De esta manera, dice, cuida a sus clientes.
Como ella, son varios los locatarios del Mercado quienes llaman a la calma a sus clientes, para que sigan concurriendo al inmueble de calle Erázuriz a consumir productos marinos que no se encuentran bajo prohibición.
Baja de clientes
Aunque trabaja de garzón sólo los fines de semana, Raúl Ramírez se da cuenta del problema que se ha producido en el Mercado debido al fenómeno de la marea roja.
"Antes de pedir cualquier plato, la gente pregunta cómo está el tema de los mariscos en el restaurante. La mayoría no cree lo que uno les dice en cuanto a que hay peces que sí se pueden comer, por eso preguntan qué más servimos, y si no se convencen, simplemente se van", sostuvo el joven.
Similar es la experiencia de Nora García, dueña del restaurante La Estrellita que se ubica en el segundo piso del Mercado, quien sostuvo que desde que comenzó la prohibición de consumir mariscos en Los Lagos, éstos han experimentado una profunda baja en su venta, por lo que el público prefiere otro tipo de platos.
"Hemos sentido una baja de un 50% en las ventas. La gente prefiere consumir otro tipo de platos como verduras, carnes rojas y empanadas", explica.
Por lo mismo Nora señala que han debido comenzar a sacar nuevos platos de cocción rápida y que no llevan necesariamente pescados o mariscos.
Es por ello que en el último tiempo le ha dado más protagonismo a las pichangas, cazuelas de pollo o vacuno, además de porotos con riendas. Debido a la baja que se ha notado en las ventas, Nora hizo un llamado a los usuarios del Mercado Municipal a concurrir sin peligro de encontrarse con productos asociados a la marea roja, debido a que la carta que exhibe en su local está ampliada en su oferta.
"En el caso de los pescados, contamos con una buena variedad de platos donde están presentes merluzas y salmones, productos que sí se pueden comer y están acreditados por el Ministerio de Salud como aptos", remató García.
Quien también se encuentra preocupada por lo que sucede en el recinto es Margarita Adriazola, presidenta de los locatarios del mercado y quien maneja una tienda de artículos de vestir.
"En las últimas dos a tres semanas varios locatarios de cocinerías me han manifestado su preocupación por lo que está ocurriendo con la gente que usualmente venía a almorzar, ya que señalan que las ventas han bajado considerablemente desde que se decretó la marea roja", manifestó la dirigente.
La preocupación, a juicio de Adriazola, no sólo radica en los emprendedores de los restaurantes, ya que señala que parte de las personas que dejaron de ir a almorzar también eran clientes de otro tipo de locales, perjudicando la venta de varios locatarios.
"Por lo menos hemos sentido una baja en clientes, que estimaría en un cincuenta por ciento"
Nora García, Dueña cocinería
"Nos hemos tenido que reinventar con la carta para que sigan viniendo nuestros clientes"
Juana Silva, Dueña restorán
"La gente sigue desconfiando del tema y siempre nos pregunta qué más servimos"
Raúl Ramírez
Garzón
"Lo que está sucediendo con las cocinerías, también repercute con los otros locatarios"
Margarita Adriazola
Dirigente
30 y hasta 50% han
bajado las ventas, señalan los locatarios de cocinerías desde que se alertó de marea roja en la Región. 2
a tres semanas se acrecentó el problema en los restaurantes