Condenan a cinco años de cárcel a ex guardia de seguridad que violó a una joven
ATAQUE. El fiscal José Vivallos señaló que el caso fue complejo y llegaron al autor por reconocimiento fotográfico. José Manzanares Aguas, de 34 años, estaba matriculado en Mecánica cuando fue detenido.
"Cómo quiere que esté conforme con el fallo, casi mató a mi hija (...) gracias a Dios está con vida, podría haber sido peor", comentó Ángela, madre de la joven de 24 años que el 18 de abril de 2014, al comienzo de Semana Santa, fue violada por un ex guardia de seguridad en el Camino a La Misión, en Rahue Alto norte.
La mujer llegó sola hasta la sala del Tribunal Oral en lo Penal de Osorno y se ubicó en la segunda banca y al otro lado, separado por un ventanal, estaba el condenado José Manzanares Aguas, de 34 años, quien custodiado por gendarmes esperaba oír los años que pasaría en la cárcel.
Se trata de una pena efectiva de cinco años y un día de presidio como autor del delito de violación perpetrado en contra de la joven.
Ataque
El hecho se remonta a abril de 2014, cuando la víctima junto a unos amigos se encontraba en un local nocturno del centro, hasta donde llegó el agresor quien se ofreció a continuar el "carrete" en su auto, por lo que el grupo se fue con José Manzanares Aguas. Sin embargo, al llegar a la ruta U-22 a La Misión, la pareja de amigos se bajó del vehículo y el ex guardia escapó con la joven a bordo.
Al cabo de unos minutos el hombre sacó a la mujer del auto y comenzó a agredirla sexualmente.
"Mi hija fue lanzada desnuda a los matorrales, este hombre la golpeó en la cara, su rostro era irreconocible, ella intentó defenderse, pero finalmente la violó. Fue un acto brutal e incluso tuvo una lesión en su cuerpo por más de tres meses", recordó la madre de la víctima.
La joven fue amenazada de muerte por el ex guardia si denunciaba el delito. "Ella sólo sabía que se llamaba Jorge", expresó el fiscal Vivallos.
"El violador se identificó de esa manera, pero un amigo de la víctima lo reconoció porque habían hecho juntos un curso de guardia de seguridad. Ese dato fue clave, porque buscamos los registros y las fotografías y pudimos identificar al agresor sexual", indicó el abogado.
Sin embargo, la falta de muestras biológicas complicó el caso, ya que no se podía acreditar mediante ADN la participación del sujeto en la violación. Pese a ello, durante el juicio se logró acreditar su participación gracias a los testimonios de la víctima y relatos de testigos.
"Es un triunfo haber logrado una condena por este caso, donde pedíamos 10 años de cárcel. La pena dictada no era la que esperábamos, pero nos deja tranquilos", expresó Vivallos.
Durante el ataque, y según el relato de la propia víctima en el juicio, el agresor habría presentado algún rasgo de problemas siquiátricos, ya que llamó a la víctima con el nombre de Marcela y le habría encarado algún tipo de infidelidad.
Respecto de ello, el fiscal señaló que no se solicitó ningún examen sicológico o siquiátrico para el condenado, pero sí reconoció que eso llamó la atención en el juicio.
La joven de 24 años es madre de dos hijas y junto con recibir el apoyo de su familia para comenzar a realizar sus actividades normales como trabajadora, recibió la ayuda de profesionales del Ministerio Público.
"Tras lo ocurrido fue apoyada por la unidad de víctimas y testigos, con sicólogos, con lo cual ha tratado de superar el traumático momento que vivió", sostuvo el fiscal.
Guardia y estudiante
El condenado deberá cumplir de manera efectiva los cinco años de presidio, aunque será abonado el tiempo que estuvo en prisión preventiva.
Cuando José Manzanares cometió la violación trabajaba como guardia de seguridad en Puerto Montt; y cuando fue detenido estaba matriculado para estudiar Mecánica Automotriz en una casa de estudios superiores local.
"Un amigo de la víctima lo reconoció porque habían hecho juntos un curso de guardia de seguridad. Ese dato fue clave".
José Vivallos, Fiscal de Osorno