La complejidad actual del sistema de educación superior puede explicarse causalmente por las medidas adoptadas en distintos períodos, siendo la reforma de la dictadura militar que tuvo lugar en la década de 1980 la que contribuyó en mayor medida a configurar el escenario actual. Los dos resultados más visibles de la dictadura fueron el aumento de la matrícula e incremento de cobertura, con un diseño intencionado que adoptó una serie de políticas y dispositivos legales y administrativos para dirigir el futuro de la educación superior del país.
Este diseño fue conservado por los subsiguientes gobiernos democráticos. La dictadura modificó radicalmente el escenario sobre el que actuaban las instituciones. Hasta fines de la década de 1960, el sistema se caracterizaba por su tamaño reducido y escasa cobertura; y su labor era esencialmente de docencia de pregrado.
Con la reforma iniciada hacia fines de los años 60 y principios de los 70 se generaron cambios que incluyeron una reorganización del gobierno universitario, adoptándose medidas de democratización y representación de estudiantes y funcionarios en los órganos colegiados institucionales.
Tan pronto asumió, la dictadura militar tomó control de las universidades y puso a su cargo rectores militares con atribuciones para reorganizarlas. Se detuvieron académicos, funcionarios y estudiantes que figuraban como miembros de partidos políticos . Facultades y departamentos, especialmente asociados a las ciencias sociales, fueron intervenidos al grado que disciplinas completas desaparecieron de la oferta académica.
El gobierno universitario replicó el autoritarismo que caracterizó a la dictadura militar, imponiendo la prohibición de participación mediante el DFL2, que impedía el derecho a voto de estudiantes y funcionarios en la toma de decisiones.
La reforma militar se centró en cinco objetivos claros: a) abrir el acceso de la educación superior al mercado y la competencia de la iniciativa privada, b) diversificar el tipo de instituciones para otorgar credenciales de distinta jerarquía, c) reducir el poder institucional de las dos únicas universidades estatales, forzándoselas a desprenderse de sus sedes regionales, d) transferir el costo a los estudiantes introduciendo aranceles acordes a la oferta y demanda, e) incrementar la competencia entre instituciones mediante la creación de instrumentos de financiamiento concursables para ajustarlas a las dinámicas del mercado.
Óscar Garrido A., rector de
la Universidad de Los Lagos