El 4 de febrero pasado, luego de cerca de cinco años de negociaciones, Chile firmó el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), que lo asocia a otros 11 países que representan el 40% del PIB mundial. Durante los próximos meses el Gobierno ingresará este texto al Congreso para su aprobación o rechazo. Pero ¿qué significa y qué oportunidades representa el TPP para la Región de Los Lagos?

Como región, sin duda seremos beneficiados porque este nuevo escenario entregaría beneficios arancelarios para 360 productos que exportamos y que hasta ahora no los tenían en algunos de los mercados del TPP; a la vez, otros 209 productos mejorarían sus actuales ventajas arancelarias.

Las rebajas arancelarias provendrán de países como Japón, Canadá, Malasia, México y Vietnam. Japón, en particular, ofrecerá beneficios para 275 productos que exporta la Región de Los Lagos, seguido por Canadá, que entregará oportunidades para 33 líneas arancelarias. Entre los tipos de productos favorecidos destacan los filetes de pescado, mariscos, productos lácteos y huevos, y preparaciones para la alimentación infantil.

Adicionalmente, al revisar los diversos elementos contenidos en el acuerdo, y su posible impacto positivo en la Región, sin duda debe resaltarse, entre otros, el mecanismo de acumulación de origen acordado por los miembros, mediante el cual se generarán nuevas oportunidades de negocios para nuestros exportadores. Asimismo, el fortalecimiento de las disciplinas en materias sanitarias y fitosanitarias, con el objeto de otorgar certeza en el ingreso de nuestros productos a otros mercados es un logro muy importante para el aprovechamiento efectivo de la apertura de mercados. Por último, la inclusión, por primera vez en un acuerdo comercial, de un capítulo sobre pymes constituye una señal significativa respecto a la importancia de que estas empresas puedan vender sus productos en los mercados internacionales.

Para quienes vivimos en la Región es importante recordar que gran parte del crecimiento económico y modernización de nuestra zona ha sido posible gracias a nuestra presencia activa en los mercados mundiales. Porque si sólo nos hubiésemos quedado limitados a vender en el mercado nacional, muy poco del desarrollo que hoy disfrutamos habría sido posible. El TPP es un salto importante para que el comercio de Chile siga creciendo y diversificando su oferta exportadora.

Ricardo Arriagada, director regional de ProChile

Casi dos meses después de que un par de diputados advirtiera públicamente que en el mercado de la industria láctea hay señales de colusión y que llevarían los antecedentes a la Fiscalía Nacional Económica para que fuesen investigados, la Federación Nacional de Productores Lecheros (Fedeleche) reactivó finalmente la demanda por abuso de poder de compra que había presentado en contra de Nestlé, Soprole y Watt's, bajo la convicción, según señalaron, de que las firmas han incurrido en prácticas indebidas que han mermado significativamente la posición de los centenares de productores distribuidos en la zona central y sur del país. A diferencia de la acción anunciada por los parlamentarios, la demanda de Fedeleche se interpuso en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC), que es el órgano jurisdiccional encargado de prevenir, corregir y sancionar los atentados a la libre competencia.

A pesar de que luego que se diera a conocer la reactivación de esta demanda ante el TDLC las citadas industrias evitaron pronunciarse públicamente, en ocasiones anteriores ya habían sostenido que el menor precio por el litro de leche que se paga a los productores no responde a una actitud discrecional ni mucho menos a un acuerdo entre ellas, sino que lisa y llanamente a la situación internacional del mercado lácteo, que de acuerdo a lo que han asegurado se encuentra a la baja. Sea cual sea la causa, estos valores reducidos tienen en vilo a numerosos productores lecheros de la zona, muchos de los cuales no han logrado equilibrar sus ingresos y egresos, obligando a varios de ellos a adoptar drásticas medidas que oscilan entre la reducción de costos y, en situaciones extremas, la venta de sus planteles.

Será ahora el TDLC el que deberá arrojar luces en una relación de mercado marcada por un desencuentro de años entre la industria y los productores, con el telón de fondo de una actividad económica como la lechería que es uno de los pilares de la economía de la provincia de Osorno. En una democracia moderna como de la que goza el país, la demanda no debe llevar a extremismos ni represalias, así como tampoco erigirla cual panacea. Lo que se espera, claramente, es que la lechería recupere el sitial que por décadas ha tenido en la economía local.