Correo
Femicidio y comunicación
Los femicidios, asesinatos de mujeres por razones de género, son la manifestación más grave de discriminación y violencia contra ellas. El tipo penal en Chile sólo contempla los femicidios íntimos (45 mujeres fueron asesinadas el año 2015), asesinatos a manos de sus parejas o ex parejas, por lo que las cifras serían aún peores.
En general, el tratamiento periodístico ante casos de femicidio se relaciona con crímenes pasionales, cuando no lo son, centradas en las razones que llevaron al victimario a cometer el delito o en externalidades que poco aportan, como lo que piensan los/las vecinos/as.
Esto no sólo justifica la violencia contra las mujeres, sino que además la fomenta, promueve la re-victimización, perpetúa estereotipos machistas, normaliza la violencia, minimiza la real magnitud del problema y aumenta los niveles de tolerancia.
La solución conlleva muchas aristas. Desde mi rol como comunicadora, hago hincapié en la necesidad de contar con más profesionales sensibilizados y conscientes que la comunicación es un potente vehículo movilizador y generador de cambios.
No se confunda, esto no es un atentado a la libertad de expresión, al contrario, es un llamado a que los medios utilicen todo su talento y creatividad en la generación de contenido responsable y conciente. Estoy convencida que es posible.
¿Podrán los medios de comunicación ser creativos sin fomentar violencia contra las mujeres?
Javiera Sandoval Quiroz
Estado de excepción
Los atentados de carácter terroristas en La Araucanía, Biobío y Los Ríos han llegado demasiado lejos y muy probablemente como responsabilidad del Gobierno, quien con una actitud pusilánime y políticamente peligrosa insiste en bajarle el perfil, dándoles el pase a los autores.
Parecida situación podemos recordar del gobierno de Allende, en donde se llegó a que elementos extremistas hacían y deshacían en todo el país sin consecuencias para ellos. !Y en qué termino todo, no se habrá olvidado!
Paralelamente, el Gobierno descarta declarar "estado de excepción", solicitado por organizaciones y gremios de la zona en conflicto, aun mas, se niega a calificarlos de terrorismo.
Hoy la Confederación de la Producción y del Comercio insiste y pide se estudie y declare estado de excepción. La realidad de los hechos muestra el error de no haber actuado oportunamente y tomado el toro por las astas, con la información que se disponía desde hace ya mucho tiempo.
Las piezas del ajedrez son clarísimas; un gobierno político irresponsable e influenciable en este aspecto que deja hacer y no toma cartas en el asunto y, por otro lado, grupos de individuos terroristas decididos a actuar, dejando en el medio una reguera de víctimas inocentes.
José Manuel Caerols
Responsabilidad por fraude
El caso recientemente descubierto, el que dice relación con el fraude cometido por Patricio Santos y sus cómplices, en el cual ha caído gente de todo Chile, incluyendo el Ejército de mi patria, no lo esperaba.
Pero lo que al suscrito le llama la atención es la discriminación judicial que existió entre los inculpados, en el sentido que a Santos y sus cómplices se les dejó de inmediato en prisión preventiva por ser un peligro para la sociedad.
Buena y amedida ajustada a derecho, pero al respecto me pregunto, ¿por qué no se tomaron las mismas medidas con el señor Dávalos y su esposa, cuando ambos también cometieron fraude por montos similares? ¿Continúan en Chile los sagrados privilegios que enlodaron los tribunales de justicia en el pasado? Heridas sin cicatrizar que van minando el alma del ciudadano chileno, y que a la postre le pasarán la cuenta a los futuros gobernantes, más temprano que tarde.
En el caso pertinente de la supuesta estafa cometida por Patricio Santos y sus cómplices, me parece que no es justo ni razonable que se cargue la mano a él y sus cómplices. Los angelitos que entregaron sus bienes tan mansamente también son culpables y por ende deberían de recibir su sanción, por ambiciosos. Pretendieron hacer fortuna fácil.
Guido Bello Martínez
Trump, Putin, Isis y Corea
Posiblemente en poco tiempo tengamos este panorama mundial: Trump por un lado, y del otro, Putin y los chinos, que finalmente tendrán que aliarse para enfrentar definitivamente a Isis y Corea del Norte. O sea, un mundo hobbesiano.
Gane Trump o no las próximas elecciones de Estados Unidos, su actual popularidad indica lo tantas veces explicado por Freud, Ortega y E. Fromm: masas asustadas y alienadas eligiendo a un dictador.
Gabriel Zanotti, Doctor en Filosofía