Puerto Viejo de Trumao: tan vigente como hace 460 años
SAN PABLO. El lugar fue paso obligado en el pasado y hoy aún funciona una balsa para cruzar el río Bueno hacia La Unión.
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Por su posición estratégica, el Puerto Viejo de Trumao, en la comuna de San Pablo, se constituyó en la entrada obligada desde el norte al territorio de Chaurakahuín, hoy Osorno. Lugar de paso para vadear el río Bueno por la facilidad que ofrece el terreno en ese lugar para que el viajero pueda de forma cómoda pasar las vegas inundables y alcanzar suelos altos con lomajes. Utilizado para acceder al río desde épocas prehispánicas por pueblos como los cuncos y huilliches, al arribo del español se continuó usando por medio de balsas para comunicar el norte con el sur. Por aquí pasaron en el siglo XVI personajes como Pedro de Villagra, futuro gobernador de Chile, hasta el poeta Alonso de Ercilla; y también en enero de 1558 García Hurtado, fundador de la ciudad de Osorno.
Con el paso de los siglos el Puerto Viejo de Trumao ha disminuido el flujo de viajeros, pero jamás ha perdido su vigencia e importancia como vía de conectividad. Para fines del 1700 cumple plenamente su función al recibir a las autoridades que venían a Osorno con el fin de repoblar la ciudad; de hecho, por aquí entró Juan Mackenna, Ambrosio O'Higgins y tantos otros a materializar su cometido. En el año 1794 se funda aquí una misión de conversos, Misión de Trumao, para evangelizar a los indígenas de estas tierras. Por 1880 se transforma en un gran puerto fluvial con grandes bodegas de casas comerciales que abastecieron el interior de la provincia con el embarque de productos.
La grandeza de Puerto Viejo desapareció a la llegada del tren hacia 1910, que reemplaza la conectividad vía navegación. En un entorno idílico aún persiste en su cometido original por el funcionamiento de la última balsa que traspone el río llevando y trayendo viajeros como lo fue hace 460 años.