Corrían fines del 2013 cuando el Consejo de Presidentes de la ANFP aprobó un préstamo bancario por US$30 millones con el fin de "eliminar las deudas con los factoring". La decisión tuvo un apoyo casi unánime, casi porque Audax Italiano y O'Higgins se opusieron.

Se comprometió el pago a los bancos Penta -Carlos Alberto Délano era director de Universidad de Chile- y BBVA mediante los futuros excedentes del CDF. Las notas deportivas de la época cuestionaban que el monto solicitado triplicaba la deuda de los clubes. Esa fue una primera señal de alerta de que las sociedades anónimas deportivas estaban repitiendo errores de las administraciones anteriores: gastar más dinero del que tenían en el bolsillo. Así las ganancias de la televisión han generado una lucha soterrada con una ambición digna de la saga de El Señor de los Anillos.

Cuando se creó la Segunda División Profesional, en 2012, la justificación fue que era necesario que el club que ascendía "compensara" los gastos del que descendía. Así todo aquel que quisiese subir de categoría no necesitaba méritos deportivos, sólo pagar la "módica" suma de $250 millones.

Es así como vemos cada año que equipos que ganan el título de Tercera A o un cupo de ascenso directo terminan desechándolo porque no tienen cómo solventar tamaño gasto. Además de cortar de raíz con la competitividad en las categorías de más abajo, la Segunda División no recibe ese cheque jugoso del CDF, transformando su subsistencia en un verdadero reto.

Cuando se sabe hoy que entre enero de 2012 y octubre de 2015 los 32 clubes recibieron cerca de $23 mil millones, pero que sólo a la ANFP le deben $5.600.0000.000, está claro que se generó un manto de apariencia, de dirigentes que llenaban las páginas de economía y negocios hablando de la sustentabilidad del fútbol, del crecimiento y de la importancia que entregaban a las divisiones menores.

Los expertos en economía saben que cuando una corporación o un magnate están a punto del derrumbe se dedican a gastar más de lo que tienen con el mero hecho de aparentar que aún pueden sostener su estilo de vida. Lo hizo Colo Colo en 2001, cuando sabiendo que la quiebra era cosa de días o semanas, invirtió en una de las planillas más caras de su historia apuntando a ganar la Copa Libertadores como única forma "mantener el barco a flote".

¿Qué culpa tiene Jadue? Que los directivos le están achacando hoy el no haber completado la venta del CDF, como si una promesa incumplida fuese la culpable de que gastasen más de lo que tenían.

Alexis Apablaza Campos, master en

Comunicación Empresarial, periodista y académico

Hace un par de semanas, el diputado José Pérez (PRSD) sorprendió a la opinión pública al denunciar abiertamente una supuesta colusión en los precios con que la industria láctea está comprando la leche a los productores del sur del país. A la declaración del parlamentario y su anuncio de que llevaría el caso a la Fiscalía Nacional Económica le siguieron las de otros legisladores, todos advirtiendo sobre la crisis por la que está pasando el sector lechero, al tiempo que al menos una de las empresas aludidas negó tajantemente los cargos y aseguró que los valores responden a la realidad del mercado mundial y no a una concertación con sus pares.

Paralelamente, la Federación Nacional de Empresarios Lecheros de Chile (Fedeleche), sin apuntar a una eventual colusión, clarificó que pronto ingresará en el Tribunal de la Libre Competencia una demanda en contra de las compañías por abuso de poder de compra, que sería la causa -según el gremio- de la crítica situación por la que están pasando numerosos productores, enfrentados a una constante alza en los costos y a un precio de venta a la industria procesadora que oscila entre los 170 y 180 pesos el litro.

Es en este panorama que se ha conocido esta semana la atractiva alternativa de ingresar la leche nacional al mercado chino, donde se valora la reconocida calidad del producto nacional por su inocuidad frente a la leche "reconstituida" de otros países productores. Además, ya que hace poco las autoridades de China le pusieron fin a la política del "hijo único", se estima que la demanda de leche en el gigante asiático experimentará una explosión en el mediano plazo, lo que nuevamente coloca al sector lácteo nacional en una expectante posición.

Para capitalizar estas oportunidades, claro está, se requiere de un trabajo mancomunado entre el gremio productivo, los representantes gubernamentales y los parlamentarios. Un primer paso se dio con una reunión que sostuvo una delegación nacional con el embajador chino en Chile, y el próximo se tendrá que dar en el congreso internacional del sector en abril próximo en Puerto Varas.

De prosperar esta iniciativa, significaría una gran oportunidad para un sector que hace tiempo se está debatiendo en un escenario de bajos precios.