Formando jóvenes emprendedores
"Es fundamental entender que la educación para el emprendimiento se trata de educar en la búsqueda de compañeros
Generalmente cuando se habla de emprendimiento, se asocia inmediatamente a la creación de empresas, por ende, cuando se habla de formar emprendedores se tiende a pensar en la formación de profesionales para que creen empresas y las administren. La verdad es que esto es una parte de lo que significa ser emprendedor.
Las instituciones que se proponen formar a sus alumnos con un espíritu emprendedor entienden que esto va más allá de enseñarle a los jóvenes a crear empresas. Consiste en transmitirle a los estudiantes una forma particular de ver la vida, enseñarles a descubrir que detrás de cada problema, existe una oportunidad.
Esto es una cuestión de actitud frente a la vida, en especial, de cómo nuestros alumnos enfrentan la tolerancia al riesgo y a la incertidumbre, asumiendo desafíos no muchas veces calculados y no siempre con toda la información que se quisiera.
De cómo toleran el fracaso y logran sobreponerse rápidamente, comprendiendo que éste es un paso más en el camino al éxito. Una actitud de confianza en las propias habilidades y capacidades que se logra con un conocimiento de sí mismo que les permita identificar sus fortalezas y una gran capacidad de automotivación, que los lleve a buscar siempre la mejor forma de hacer las cosas, y la satisfacción por el cumplimiento de las metas que se proponen.
En todo esto es fundamental entender que la educación para el emprendimiento se trata de educar en la búsqueda de compañeros, de colaboradores para triunfar y no en adversarios para derrotar. Entender que el verdadero triunfo de cada emprendimiento es el haber encontrado soluciones reales y efectivas para los problemas planteados.
En toda esta formación es clave la institución de educación y particularmente sus docentes. Estos últimos son los responsables de facilitar el ambiente propicio para el desarrollo de actitudes y aptitudes para el emprendimiento al interior del aula.
Es aquí donde se generan diariamente situaciones que permiten transformar los problemas en oportunidades. Por lo tanto, deben tener la flexibilidad suficiente para identificar, aprovechar y potenciar las actitudes necesarias para el emprendimiento.
Dado lo anterior, parece ser fundamental desarrollar esta actitud entre los futuros técnicos y profesionales que se desempeñarán en el país.
Rodrigo Ibáñez, vicerrector Universidad
Tecnológica de Chile, Inacap Osorno