En un seminario convocado recientemente por el Fosis regional con el apoyo de Cepal se planteaba el cómo abordar la desigualdad y la pobreza desde la mirada local, con perspectiva de género y propiciando la innovación social. Se trató de un espacio de reflexión y ponencias, pero también de una puesta en común de ricas y diversas experiencias a partir del servicio público y el trabajo que influye directamente en los habitantes de las 30 comunas de Los Lagos, región diversa y dispersa como factor a considerar.
Habían allí alrededor de 200 funcionarios y funcionarias municipales y de diversas reparticiones; servidores que desde la convicción y el compromiso recogen inquietudes y problemas, los abordan a partir de la institucionalidad y gestionan soluciones y respuestas enmarcadas en un tema país que nos ocupa como Gobierno: la superación de la pobreza.
Ese mismo día del seminario, miles de jóvenes de la Región daban inicio al proceso de la gratuidad universitaria con sus matrículas, hecho histórico directamente ligado a la lucha contra la desigualdad, la innovación en la política pública, la inclusión y el diálogo social.
Definiciones universales señalan que la innovación social es vista como los cambios sociales que se producen en tres áreas complementarias: el territorio, la calidad de vida de sus habitantes y las condiciones de trabajo y empleo. Y ello implica acciones integrales, que involucren sentido de equipo.
Así lo planteamos a los presentes: innovación social también es hacer pedagogía de nuestra política pública; acercar la información a los usuarios y usuarias como sujetos de derecho; explicar los por qué de cada propuesta; propiciar la participación ciudadana en cada proceso. También es resignificar lo público y romper con ese paradigma de que lo público es malo y lo privado es o debe ser de mejor calidad.
Es generar acciones que pongan en valor las capacidades y talentos de las personas. Innovación social es el proceso constituyente que ya partimos con educación cívica y el propiciar cabildos y una convocatoria para que la gente quiera estar allí, participando, influyendo como agentes de democracia.
Francisco Reyes Castro, seremi de Gobierno