La Corporación Pilmaiquén es una institución osornina destinada a la defensa, promoción y difusión de los derechos humanos en su más amplia concepción; vale decir, tanto los derechos civiles y políticos como los de carácter económicos, sociales y culturales, incluyendo los medioambientales, históricos e indígenas, entre muchos otros.
El mes pasado, la Corporación Pilmaiquén conmemoró en Osorno el día de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y lo hizo con un acto en el cual se efectuó la entrega del premio a los Derechos Humanos a tres personas e instituciones que destacaron en el ámbito local en esta temática.
Uno de los galardoneados fue el abogado Fernando Venegas Gutiérrez, que el año 1982 fue elegido presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, sede Osorno, por una asamblea de personas que fueron autoconvocándose hasta finalmente reunirse en la Iglesia San Francisco de nuestra ciudad, preocupados por la situación de violación de derechos humanos que se vivía en esa época en el país y que también afectaba a personas en nuestra provincia en plena dictadura militar.
Durante la presidencia de Fernando Venegas, la Comisión de Derechos Humanos de Osorno avanzó en varios aspectos: se conformó un equipo de abogados de nuestra ciudad que atendieron diversos casos de violación a los derechos humanos; salió al aire el primer programa radial que pudo escucharse en la provincia de resistencia frente al poder dictatorial, y que tenía como hilo conductor el tema de los derechos humanos en particular. Se daba inicio también a la reconstrucción del tejido social, dada la dispersión que en esa época del país afectaba a las organizaciones sociales y sindicales.
En estos tiempos de colusiones comerciales, cláusulas de salida que no se respetan y descrédito de parte importante del mundo político, es bueno mirar atrás y darnos cuenta que ha habido entre nosotros, en Osorno, verdaderos héroes locales; personas que han levantado la voz cuando el solo hecho de hacerlo implicaba un riesgo real e inminente a la integridad física y a la propia vida inclusive. Todo un testimonio para las nuevas generaciones de que es posible y necesario pensar en los demás y actuar con decisión frente a las situaciones de injusticia que puedan darse en la realidad local.
Jaime Sotomayor Neculman, abogado y Magíster en Gestión Pública