El Tribunal Supremo de Brasil determinó ayer que el Senado es quien en última instancia deberá decidir sobre la celebración de un juicio político contra la Presidenta Dilma Rousseff por irregularidades en las cuentas públicas.
Seis jueces de la Corte votaron en contra de lo establecido por el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, sobre el desarrollo de un "impeachment" contra la Mandataria.
A juicio de los magistrados, corresponde a la Cámara Baja impulsar el proceso de juicio político y crear una comisión especial para que dé su opinión sobre esta materia, pero consideraron que es el Senado el que debe decidir si hay o no un "impeachment", según consignó el diario local O Globo en su edición web.
De esta forma, por ejemplo, aunque la Cámara, por recomendacioón de la comisión especial, decidiera juzgar a Rousseff, si el Senado se negara, la iniciativa de "impeachment" decaería.
Antes de la resolución del tribunal, el Gobierno brasileño dijo confiar en superar esta crisis y salir fortalecido, afirmó hoy el ministro de Comunicación Social de la Presidencia de Brasil, Edinho Silva.
"Es claro que preferiríamos no pasar por ese proceso. Pero el Gobierno confía en superar el episodio y en que saldrá más fuerte después de todo", dijo el ministro de Comunicación Social de la Presidencia, Edinho Silva.
Según Silva, una vez superada la crisis política, el Gobierno podrá adoptar las medidas necesarias para superar la crisis económica y fortalecer sus relaciones tanto con el Congreso y los partidos políticos como con la sociedad.
"Vemos que la sociedad se está movilizando. El momento es difícil, pero el Gobierno puede aprovechar la superación de la crisis para pactar con el Congreso y con la sociedad", aseguró al referirse a los movimientos sociales y a los partidos que se han pronunciado contra el posible juicio político.