Verónica Salgado
Con cánticos, oraciones y alabanzas, más de cuatro mil personas llegaron hasta la tarde de ayer al Campo de Oración ubicado en Pilauco para celebrar la fiesta religiosa de la Inmaculada Concepción, acto que marca el cierre del Mes de María donde se realizó una misa que estuvo presidida por el obispo Juan Barros Madrid.
Hasta el recinto llegaron fieles que con carros engalanados salieron desde sus parroquias ubicadas en 11 sectores diferentes, quienes durante horas peregrinaron por las calles de la ciudad para llegar a participar de la ceremonia religiosa.
Calor y sonrisas
Dentro de los fieles que llegaron al lugar se encontraba Sandro Cortés, quien es miembro del coro de la Parroquia Espíritu Santo, ubicada en la Población Quinto Centenario.
El hombre, con una sonrisa en su rostro, no disimulaba su orgullo de caminar por quinto año consecutivo más de cinco horas entre su capilla y el Campo de Oración.
"Esto lo hago para apoyar a la Iglesia y agradecer a Dios por todas las bendiciones que nos entrega cada minuto. Vengo cantando feliz con mis hermanos de fe", dijo Sandro.
Marcela Avendaño también llegó a agradecer a Dios portando sólo una botella de agua en sus manos y un rosario en la otra, "no asisto a ninguna capilla regularmente, pero tengo mucha fe en la virgen y este año más aún que por fin podré ser madre luego de un largo tiempo sufriendo por no poder concebir vida", argumentó.
Misa de agradecimiento
La gente poco a poco iba llegando al lugar donde se ubica una imagen de la virgen, la cual era rodeada por los fieles que eran saludados por el obispo Barros, quien recorría el área observando la fiesta católica.
Durante la misa que comenzó a las 19 horas, el mensaje del obispo Barros apuntó primeramente a agradecer la masiva presencia de feligreses, sacerdotes y diáconos en la actividad.
Los organizadores señalaron que en la actividad participaron más de cuatro mil personas, que fueron entregadas 1.500 hostias y dos mil folletos con mensajes de amor y unidad.
El obispo se dirigió la público para entregar la bendición mientras los asistentes mostraban muestras de respeto estando de rodillas, cantando o simplemente parados con sus ojos cerrados y orando.
Al finalizar la masiva actividad, el obispo Barros señaló que es primera vez que le toca presidir este evento tan masivo desde que asumió como máxima autoridad de la Iglesia Católica en la provincia el pasado 21 de marzo, en una accidentada ceremonia realizada en la catedral San Mateo.
"El gran mensaje es la presencia de esta gente que hace que sea hermoso ver el amor de las personas a la virgen santísima. Esto conmueve, educa y anima ver gente que por años participa con dedicación en esta celebración tan importante", comentó el obispo.
Agregó que esta fiesta es importante para los católicos, porque es una celebración que ayuda a dar gracias por la protección de la Virgen y es un día de reflexión sobre la santidad de vida y vivir en el amor.
"De a poco he ido conociendo a las personas de mi Diócesis, falta pero he visitado diferentes sectores y este tipo de fiestas que son protagonizadas por la fe de las personas son un motivo de alegría para todos nosotros", argumentó Juan Barros.
Rechazo
Justamente, entre la multitud y cuando el obispo comenzaba su misa un grupo del Movimiento de Laicos, que se opone a la figura del obispo Juan Barros, levantó silenciosos letreros que solicitaban la renuncia del ex obispo castrense.
La organización no aprueba el nombramiento realizado por el Papa Francisco el pasado 10 de enero, ya que cuestionan los vínculos previos que mantuvo Juan Barros con el sacerdote Fernando Karadima, condenado por la justicia Vaticana en 2011 por abusos sexuales contra menores.
Si bien durante toda la misa el grupo se mantuvo en silencio, sólo levantando los carteles, algunas personas que participaban de la actividad se mostraron incómodos con la presencia de los carteles.
Cuando la actividad finalizó, el grupo realizó un par de gritos solicitando la renuncia del obispo, lo que provocó que los asistentes comenzaran a cantar más fuerte como muestra de apoyo a Barros.
Incluso, algunos fieles les arrebataron carteles a miembros del Movimiento de Laicos, lo que provocó algún grado de tensión entre hermanos de fe.
Mario Vargas, vocero del movimiento, señaló que no podían estar a ajenos a la celebración, ya que como católicos están conscientes de la importancia de la fecha.
"Nosotros estuvimos silenciosos por respeto a nuestros hermanos que vienen a vivir un momento de fe y alegría, pero no podemos permitir que Juan Barros realice actividades como si todo estuviera perfecto cuando tiene una iglesia divida", opinó el vocero.
"Es un sacrificio para agradecer a la Virgen y lo hago con gusto, camino desde mi parroquia con el corazón lleno de fe".
Inés Navarro, Fiel de Parroquia Lourdes
"Esto lo hago para apoyar a la iglesia y agradecer a Dios por todas las bendiciones que nos entrega cada minuto".
Sandro Cortés, Fiel Parroquia Espíritu Santo
"Vine para agradecer que mi hija está con vida luego de sufrir un preinfarto y ello es una alegría que hoy comparto".
Rosa Inés, Fiel de población Schilling
11 parroquias de la comuna organizaron caminatas con sus fieles hasta el Campo de Oración para participar en la celebración.
Una hora duró la misa presidida por el obispo Juan Barros, cuyo mensaje central fue de agradecimiento por las muestras de fe de los fieles.