Convierten casonas de Rahue en hospedajes y locales comerciales
BARRIOS. Los propietarios de los centenarios inmuebles decidieron darles un giro, algunos por apremios económicos, mientras otros debido al enorme tamaño de las viviendas, pues algunas poseen hasta 12 habitaciones. Varias se arriendan por pisos, piezas o bien se han convertido en prósperos negocios.
Los quince días de atraso en el pago de la patente de su barraca, llevaron a la clausura del negocio del empresario maderero Carlos Schulze (85 años) y, con ello, el despido de 23 de sus trabajadores. Como si fuera poco, debió asumir los altos gastos por la enfermedad de su esposa.
Frente a tan adverso panorama, Schulze no tuvo más alternativa que arrendar una de sus propiedades -de unos 90 años de antigüedad-, que se encuentra en calle Santiago con Chillán en el sector de Rahue Bajo, cerca del mismo lugar donde estuvo su local.
De eso ya ha pasado más de una década, y su caso representa uno de los tantos de propietarios de antiguas casonas, que por diversos motivos dejaron de habitarlas como viviendas para darles otro giro, principalmente como locales comerciales y ahora último hostales y arriendo de piezas.
Según explicó el hombre que ya sobrepasó las ocho décadas, compró la casa en 1965 a una sucesión de cinco hermanos, hijos de su anterior dueño Julio Oyarzún. Recalcó que si bien nunca vivió en dicha casona, la propiedad la ocupó para hospedar a los trabajadores de la barraca, hasta que fueron despedidos tras la clausura.
"Tuve que gastar mucho dinero en la enfermedad de mi señora y me atrasé en pagar la patente de la barraca. El alcalde de esa época Mauricio Saint-Jean no me dejó vender ningún listón más. Yo tenía 23 hombres a mi cargo y los tuve que despedir y repartir las máquinas entre todos", recordó con pesar Schulze, quien es oriundo de Río Negro.
El hombre aprendió a corta edad el oficio de maderero de su padre y luego por motivos de estudio tuvo que trasladarse a Osorno para egresar del Colegio Alemán.
Arriendos
El actual servicio de arrendamiento que ofrece Carlos le sirve para subsistir, ya que al enviudar abandonó su casa familiar y se la dejó a sus hijos.
"Luego que murió mi señora no quise seguir viviendo en la casa familiar donde están mis hijos, así que me retiré de ahí y me fui solo al centro de la ciudad", explicó el octogenario.
Actualmente reside en calle Amthauer y desde ahí administra el arriendo de su propiedad en Rahue Bajo, en la que viven actualmente cinco arrendatarios, con los cuales no ha tenido problemas, aseguró.
La casona de dos pisos posee 12 piezas en su interior, por lo que es amplia para todos sus moradores, entre los cuales destacan algunas historias particulares.
"En mi casa viven cinco arrendatarios, entre ellos tengo en el segundo piso a un hojalatero y abajo en el primer piso, donde hay siete piezas, a una persona que trabaja retirando nieve en Antillanca, además de una familia que escapó de la erupción del volcán Puyehue el 2011", detalló Schulze.
Respecto al beneficio que obtiene al prestar este servicio en su propiedad, señala que es un ingreso económico para vivir y, por otra parte, le ayuda porque cancela contribuciones mas bajas.
"Además de mi jubilación, yo vivo también del dinero que obtengo del arriendo. Con ello financio los gastos como luz y agua de esa casa, además que bajan un poco las contribuciones, aunque éstas tuvieron un alza los últimos años", explicó el adulto mayor.
Agrega que en el lugar donde se encontraba la barraca, ahora arrienda locales a otras personas, siendo una de ellas su propio hijo quien tiene un aserradero en aquel sitio. También al costado, por calle Chillán, es dueño de un sitio eriazo donde a futuro planea construir una casa en aquel lugar y arrendarla.
Familias por pisos
Al seguir por la misma calle Santiago en la intersección con Tarapacá, es posible ubicar a Sonia Zarges (65 años), que habita en una casona antigua que tiene más de 100 años de existencia, la cual perteneció inicialmente a su abuela que falleció a los 96 años.
Sonia llegó a los cuatro años a la casona, después de vivir un incendio que afectó una fábrica de tubos que estaba ubicada en calle Ejército a un costado de su antiguo hogar. Debido a la tragedia se trasladó con sus padres hasta la vivienda de su abuela de tres pisos, la que habita en la parte superior debido a que la planta baja está ocupada por arrendatarios.
"Mi abuela paterna era la dueña inicial de esta casa y yo llegué con mis papás luego que se produjo el incendio. Después me casé y me separé, así que volví a la casa hace unos 25 años atrás a hacerme cargo de mis padres que eran ancianos", explicó Sonia.
La propietaria señala que la casa ha vivido innumerables historias, entre ellas recuerda una inundación cuando era pequeña, oportunidad en la que se desbordó el río Rahue y el agua alcanzó el segundo piso.
La casa tiene bases de pellín, piso de ulmo y paredes de laurel. Posee un total de 18 piezas y tres pisos de altura, de las cuales Sonia, su hijo y nieto con quienes vive ocupan sólo cuatro del tercer piso.
Los otros niveles están destinados a los arrendatarios a cargo de su sobrino, hijo de su hermano fallecido, siendo ambos herederos del inmueble.
"Cuando murió mi hermano yo me hice cargo de mi sobrino, pero él ya no vive conmigo, así que solamente él administra el arriendo de la casa", aseguró Sonia.
En cuanto a la mantención de la casona, especialmente de la parte superior, la mujer comenta que recibe una jubilación con la cual financia gastos comunes como luz, agua y alimentación, mientras que de los demás gastos se preocupa su hijo.
Taller y local
Al seguir por calle Santiago, ahora con Talca, se ubica el local de Repuestos y Encendidos Aguilar, además de un taller de mecánica al interior de la antigua casona. El negocio está a cargo de Víctor Hugo Aguilar Delgado, hijo de María Cristina Delgado y el fallecido taxista local Adrián Aguilar Silva.
"Vivo hace 49 años aquí. Mi marido fue quien compró la casa al dueño de la pastelería Rhenania de Osorno y hace unos seis años mi hijo instaló los locales para prestarle una utilidad a la casa", afirmó María Cristina, quien es dueña de casa.
El inmueble tiene 10 piezas, en las que habita María, su mamá y su hijo, quienes le dan vida día a día atendiendo al público, los cuales llegan a comprar repuestos para vehículos o bien para repararlos en el taller mecánico situado en la parte posterior de la casona.
Respecto a la construcción de la casa, la dueña recuerda que fue edificada hace más de 90 años por un arquitecto de apellido Münzenmayer, que es primo de un conocido vecino de Rahue Bajo, Gustavo Münzenmayer.
La razón por la que la familia Aguilar tomó la decisión de implementar estos locales, se explica por el alto costo de mantención del inmueble, por eso su hijo que administra el negocio le ayuda a cubrir los gastos básicos como leña, luz y agua.
María aclara que son una familia de esfuerzo y la tranquilidad que viven actualmente es fruto de un sacrificio de años.
"Trabajé mucho tiempo con pensionistas para criar a mis hijos y luego ya no quise dar ese servicio o arrendar, porque ahora estoy a cargo de mi mamá", especificó María.
Pero la vida también le ha sido dulce en el último tiempo, porque como adulto mayor actualmente disfruta una vez al mes de una exquisita once en su casa con amigas de la Casa del Folclor y también participa bailando y cantando música tradicional chilena en dicha organización.
Información
Casonas Antiguas Gran parte de las construcciones que existen en Rahue Bajo fueron edificadas con madera nativa.
Ubicación Las casas se encuentran cercanas unas con otras, específicamente en calles como Santiago, Valparaíso, Chillán, Tarapacá y Talca.
"Cuando murió mi hermano yo me hice cargo de mi sobrino, pero él ya no vive conmigo, así que solamente él administra el arriendo de la casa".
Sonia Zarges, Propietaria de casa en calle Santiago con Tarapacá
"Mi marido fue quien compró la casa al dueños de la pastelería Rhenania de Osorno y hace unos seis años mi hijo instaló los locales para prestarle una utilidad a la casa".
María Delgado, Dueña de casa
120.000 mil pesos en contribuciones cancela Carlos Schulze por un sitio eriazo que posee en Santiago con Chillán, en el sector de Rahue Bajo, en el cual pretende construir una casa.
100 años aproximadamente tienen las casonas antiguas ubicadas en el sector de Rahue Bajo.
10 habitaciones Hasta 12 pueden tener los vetustos inmuebles, los que han entregado otro usos a sus dueños.