En el sur se produce el 80% de la leche nacional. Esto significa que la lechería es el principal motor de la economía regional, impactando directamente en el Inacer birregional, generando miles de empleos, distribuyendo crecimiento y complementando sinergias económicas con el transporte, empresas proveedoras especializadas, servicios financieros, asesorías, ferias, e incluso potenciando a otros rubros ajenos al sector. Hoy, con la ampliación de la lechería en el ámbito de las exportaciones de animales vivos, se genera un nuevo impulso, que nace del reconocimiento internacional de nuestra producción.

Frente a esto, ¿cómo se comportan las empresas procesadoras de leche en este importante sector de la economía? La cadena láctea está desarrollada en un mercado imperfecto, donde dos transnacionales se han posicionado generando graves faltas a la transparencia en el mercado de compra de leche fresca.

Sabemos que Chile está lejos de ser una economía que evite la colusión, el oligopolio, el oligopsonio y la falta de transparencia en los diferentes mercados. Así, somos testigos del caso farmacias, el caso pollos y el reciente caso tissue, todos ejemplos de un país en deuda en asuntos de transparencia. Y sin aún probar nada, esperamos que el mercado lácteo no caiga dentro de este mismo saco.

Como se puede apreciar, la lechería presenta una alta rentabilidad social como rubro. Es generada tanto por pequeños agricultores como por empresarios lecheros, e implica un gran amor al oficio. Y para defenderlos, las distintas asociaciones agrupadas en Fedeleche hicimos lo que encontramos necesario: demandar ante el Tribunal de la Libre Competencia a tres plantas procesadoras por prácticas anticompetitivas en la compra de leche fresca. Entendemos que es una lucha entre David y Goliat, pero al haber actuado bajo derecho, confiamos que el tribunal nos dará la razón.

Por todo lo anterior, instamos a nuestros parlamentarios y autoridades regionales a generar políticas claras enfocadas a todo el sector lácteo, que fortalezcan la transparencia y la competitividad, junto con asegurar un precio ajustado a un mercado competitivo para todos los lecheros nacionales.

Dieter Konow, presidente

de Aproleche Osorno

Adiferencia de las vecinas regiones de Los Ríos y Aysén, donde el presupuesto del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) para el próximo año se incrementaría en un 16 y 22 por ciento, respectivamente, en Los Lagos tal aumento estaría llegando a un escuálido 3 por ciento, según las informaciones conocidas esta semana y que han servido para colocar la voz de alerta acerca de la asignación de recursos estatales para esta zona y que, evidentemente, impactará de forma específica en la provincia de Osorno. Tales cifras se conocieron en una sesión del Consejo Regional (Core) realizada la semana pasada, en la que se detalló que el presupuesto para Los Lagos ascenderá a 67 mil millones de pesos -sólo $1.800 millones más que los destinados este año-, y que de éstos, para la provincia osornina habrá sólo 16 mil millones de pesos.

Analizando los pocos antecedentes que se han entregado hasta ahora para explicar estas asignaciones, poco se entiende que Los Lagos aparezca tan "castigada" en comparación con Los Ríos y Aysén, considerando las necesidades y expectativas de las comunidades locales, para muchas de las cuales el FNDR sigue siendo la gran herramienta para poder financiar obras o proyectos que emanan desde los propios territorios y que aquí mismo se deciden desde el análisis y las votaciones en el Core. Junto con esperar que los parlamentarios y autoridades regionales le exijan al nivel central una revisión de los recursos asignados para Los Lagos y en específico para la provincia de Osorno, cabe pedir también una explicación para el menguado 3 por ciento de aumento, más si se recuerda que esta Región ha sido este año una de las con mejor eficiencia del gasto en el país, lo que, a modo de estímulo, debería redundar para el ejercicio venidero en más recursos para seguir impulsando el desarrollo regional.

Otro elemento importante, de acuerdo a lo que han advertido los consejeros regionales, es que lo que prima en la carpeta presupuestaria son proyectos de arrastre, lo que unido al escaso aumento no permite avizorar un gran año para el desarrollo del próximo año en Los Lagos. No hay duda que los parlamentarios y las autoridades regionales tienen que pronunciarse sobre todo esto.