Carolina Collins
Contrario a las aprensiones y temores que podrían tener los padres en torno a la crianza de hijos con mascotas en el hogar, un estudio comprobó que la salud de los niños podría verse beneficiada por el contacto con animales y con el campo.
Según concluyó en su investigación un grupo de científicos de la Universidad de Uppsala, Suecia, estar expuesto a perros y animales de granja a una edad temprana está relacionado con un menor riesgo de padecer asma infantil antes de los seis años.
Para la investigación, publicada en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, los expertos analizaron más de 376.600 niños en edad preescolar y más de 276.200 estudiantes en edad escolar.
Así fue que observaron que los niños que estaban expuestos a animales desde su infancia más temprana se vieron beneficiados por ese contacto.
El estudio, refuerza la idea de que tener mascotas en el entorno a lo largo de la infancia puede ayudar a reforzar el sistema inmunológico y prevenir las alergias, que frecuentemente derivan en asma.
Así fue que los científicos suecos comprobaron que los niños en edad escolar expuestos a perros durante el primer año de vida (que se comprobó porque sus padres estaban inscritos como propietarios de uno), tenían un 13% menos de riesgo de padecer asma.
Asimismo, que niños en edad escolar estuvieran en contacto con animales de granja se vinculó con un 52% menos de riesgo de sufrir esa enfermedad, y en el caso de menores en edad preescolar, el peligro disminuyó en un 31% menos.
Importancia del hallazgo
Este nuevo estudio viene a reforzar varias teorías anteriores que afirmaban que el contacto con mascotas y la exposición a gérmenes y microbios era beneficioso para el sistema inmune de niños.
Esas teorías señalan que el no estar en contacto con gérmenes durante la infancia temprana hace a los niños más proclives a desarrollar alergias y asma, lo que los científicos han denominado "la hipótesis de la higiene".
La investigación de los expertos suecos es relevante por el amplio número de niños que analizó, que supera los 650 mil, por lo que es el más grande de su tipo que se ha realizado.
Pese a los resultados, el estudio no explicó por qué los niños expuestos a perros y animales de granja son menos propensos a desarrollar asma.
Pese a esto sí apuntan a las explicaciones anteriores, respecto de su efecto en el sistema inmunológico, por lo que aún se necesitan más investigaciones para establecer la explicación.
"Se ha demostrado que la exposición a perros está asociada con la flora bacteriana alterada en el polvo de la casa y que los ratones expuestos a ese polvo tienen alteraciones en su composición de la flora intestinal, así como un menor número de reacciones alérgicas", dice el estudio.
"Esta información podría ser útil en la toma de decisiones de las familias y los médicos sobre la conveniencia y oportunidad de la exposición temprana de los animales decisión", concluye la investigación.
Recomendaciones a los padres
En su estudio, los investigadores de la Universidad de Uppsala, Suecia, destacaron que este nuevo hallazgo debería servir a los padres que esperan un hijo, a tomar la decisión de tener una mascota, si así lo deseen. Por supuesto también señalaron que si ya se sabe que un niño es alérgico específicamente a los perros, no debería tener uno como mascota. Los especialistas destacaron que si existe una alergia a los perros, tener uno no ayudará y sólo empeorará los síntomas.