Problema lechero
Humildemente pienso que los señores dirigentes lecheros a nivel nacional han equivocado el camino por muchos años, al tratar de corregir el precio de la leche fresca pagada por las cuatro plantas lecheras más importantes del país (Soprole, Nestlé, Watt's, Colun), tratando de desenmascarar una posible colusión ante el Tribunal de la Libre Competencia.
Estas posibles colusiones tardan años en ser descubiertas, dejando de paso un tremendo desmedro económico a los afectados, en este caso, los agricultores. Este problema es político y detrás deberían estar todas nuestras autoridades políticas léase senadores, diputados, consejeros regionales, alcaldes, apoyando a los dirigentes lecheros.
Walter Carmona
Pollos, remedios y confort
Con la boca abierta quedamos cuando un tribunal absolvió de polvo y paja a los ejecutivos de las farmacias que se arreglaron los bigotes con los precios de los remedios. Claro, en Chile la colusión no es delito de cárcel, se derogó en 2003. Ahora es sólo delito civil.
Fueron castigados con una multa de un millón de dólares y clases de "ética". Pero habían ganado con la orquestación 380 millones de dólares.
Más tarde a los dueños de pollos Ariztía, Agrosuper y Don Pollo los multaron con 80 millones de dólares, pero se habían echado al bolsillo $US1.500 millones. Y ahora es CMPC y SCA con el confort: 15 millones de dólares de multa, pero se estima han birlado 400 millones en ganancias.
Como la colusión no es delito y las multas son pírricas, pueden abusar a su antojo. Por lo demás, el acusete o "delator compensado" de entre ellos, no recibe sanción.
Al final, los grandes empresarios seguirán preocupados de la reforma laboral, no de ellos mismos. Los parlamentarios pondrán el grito en el cielo y nombrarán comisión investigadora, pero no para ellos. Y el proyecto de ley repuesto en marzo por el gobierno que castiga con cárcel a los sinvergüenzas, continuará durmiendo en el Congreso.
Gaspar Millas del Río
Decadencia
Desde las más altas esferas del poder político, pasando por los consorcios empresariales que dominan el mercado, hasta las más básicas instituciones comunitarias, impera la corrupción y el ansia del "dinero fácil" en vez del trabajo. La única vara de medida es el dinero.
Es la religión de la banca, el Interés y la Usura. En tanto, los medios de comunicación masiva -los canales televisivos y prensa escrita-, alientan la vulgaridad, la estupidez y los anti-valores bajo el ropaje de libertad, derechos humanos y progreso.
Lejos de ser un fenómeno natural y espontáneo, se observa aquí la ejecución de un dictatorial programa de ingeniería social que impone el nihilismo y la degeneración de todo principio trascendental del hombre, la familia y la nación.
Es la decadencia irreversible de la sociedad chilena, impensado proceso que se acrecienta en las últimas décadas y que se opone a los valores tradiciones que guiaron a los antiguos habitantes de Chile y cuyo conocimiento hoy se pierde en las ondas psicotrónicas de las "redes sociales" y la internet.
Rafael Videla Eissmann
Liberalismo
Los liberales no hemos profundizado suficientemente en las razones psicológicas de los movimientos de masas que son la base de todo socialismo.
Y en este sentido no hay que suponer que el individuo adaptado al mercado ha olvidado los instintos atávicos de la sociedad tribal cuyo resultado es la envidia. El resultado de todo esto es el salvaje que, apenas bajan las defensas del orden civilizatorio del mercado, es capturado por los virus latentes de sus pulsiones tribales, enemigo interno de toda sociedad abierta, de todo orden constitucional, de todo mercado. En el mismo sujeto están el salvaje y el civilizado.
El liberalismo, emergente en medio de nuestras pulsiones más primitivas, ha sido un milagro. El mundo real siempre será un intermedio entre autoritarismo y libertad porque estamos. Si no estuviéramos, el autoritarismo sería completo y absoluto.
Gabriel Zanotti, doctor en Filosofía
Rojita
Aplaudir de pie y agradecer a nuestra "Rojita" es poco. Jóvenes valientes y tenaces, que perseveraron y no flaquearon nos muestra la esperanza de que cuando nuestra Roja parta habrá grandes sucesores. Lloramos junto a ellos el final de un partido que nos deja un sabor amargo pero que nos abre la puerta a un trabajo arduo que queda por delante. Gracias a cada uno de los jóvenes guerreros del balompié que defendieron con todo su corazón nuestra camiseta.
Francisco Cabrera Aguilar