Yasna Barría Carrasco
"Queremos dar a conocer la parte arquitectónica y típica de Puerto Octay y que la ciudadanía le otorgue la importancia cultural que eso implica. Además, propiciar la obtención de recursos para reparar las casonas patrimoniales que en algunos casos están en malas condiciones".
Así resume Manfredo Teuber, presidente de la agrupación Centro Urbano Zona típica Puerto Octay, los objetivos de una iniciativa literaria y visual que será presentada a la comunidad mañana, a las 18 horas, en el Hotel Haase de dicha comuna.
Se trata del lanzamiento de dos ediciones de la revista llamada "El Centinela", financiada con fondos del 2% de Cultura, edición que se logró gracias al intenso trabajo de más de un año de recopilación de historias e investigación sobre el legado arquitectónico de 18 construcciones de madera levantadas a fines del siglo XIX y principios del XX en Puerto Octay por colonos alemanes.
"Es muy importante el lanzamiento de las revistas porque muestran lo trascendental de rescatar los lugares donde la arquitectura ha permanecido a través del tiempo narrando la historia de este pueblo", destacó Manfredo Teuber, quien aparte de presidir la agrupación organizadora, es uno de los propietarios de una casona, cuyos dueños se unieron para conformar el Centro Urbano Zona Típica.
Manfredo posee una vivienda que fue construida en 1920 y que fue mejorada para habilitar un hospedaje. Fue construida con madera nativa, que era característica de la época.
Tal como aquella, otras construcciones se mantienen sólo transformadas de acuerdo a su utilización, como el Colegio San Vicente de Paul, cuya infraestructura data de 1932. A cargo de la congregación de las Hermanas de la Caridad, funcionó como colegio e internado hasta 1967 y luego fue adquirido por el Instituto de Educación Rural, que lo tuvo hasta 1992, para luego el año '99 albergar en sus instalaciones al actual colegio San Vicente de Paul.
Las historias que guardan las grandes casonas patrimoniales de Puerto Octay son diversas y como ellas otras más pequeñas guardan realidades que los habitantes no quieren que desaparezcan.
"Muchos vecinos están preocupados porque algunas casas están deterioradas y si no se mejoran pronto pueden parar en demolición", sentencia Teuber.
Proyecto de rescate
Por ello surgió la iniciativa de un grupo de 20 propietarios de casas patrimoniales y gestores culturales como Eduardo Vidal, quien es secretario de la agrupación Centro Urbano Zona Típica, además de director de la biblioteca de Octay.
Vidal es un apasionado que lucha por preservar la identidad local, por ello no dudó en ser parte de la iniciativa literaria, que según cuenta, unió a un sinnúmero de personas y lugareños quienes entregaron su testimonio y fueron vitales a la hora de reconstruir en el papel parte de la historia octayina.
Las construcciones que existen en Puerto Octay son del tipo primitivo, que es la casa más básica, las de tipo chalet y neoclásica, donde en esta última categoría entra el templo San Agustín, entre otros.
El gestor agrega que en la revista se pueden apreciar gigantografías, fichas técnicas, pero también artículos que narran, por ejemplo, un naufragio en el lago Llanquihue, la historia de los boteros, el testimonio de los colonos del lago Rupanco y la historia de la figura del padre Juan Mellwing, quien fue un sacerdote Jesuita y participante en la creación del pueblo.
De los mil ejemplares editados, muchos serán repartidos en diversas instituciones públicas a lo largo de la Región de Los Lagos.
20 personas integran la agrupación Centro Urbano Zona Típica de Octay, siendo la mayoría propietarios de las casonas.