Familia siria recibe apoyo de osorninos para radicarse en la zona
REFUGIADOS. Chadi Mori llegó hace cuatro meses a Osorno para comenzar una nueva vida alejado de la guerra en su país. Recién hace 20 días logró reunirse con su esposa Nadin Alkhouli y sus dos hijos en la ciudad. Alberto Alaff y Ricardo Bayelle les ayudaron a encontrar un trabajo y matricular a sus hijos en la Escuela Leonila Folch.
"Hablé con Alberto, le dije que yo quería venir a Chile, me mandó la carta de visita, me recibió, estuve viviendo cuatro meses en su casa y ahora que llegó mi familia nos pasó un departamento para vivir ahí". Así relata Chadi Mori la forma en que logró llegar a Osorno y cómo fue recibido junto a su familia por el osornino de origen sirio Alberto Alaff.
Pese a que directamente no son familiares, Alberto estuvo casado con una prima de Chadi Mori (Cristina Razzouk Nallar) quien falleció hace varios años, sin embargo en cuanto Chadi le solicitó 'refugio', el osornino no dudó en ofrecerle su casa y ayuda para alejarlo de la guerra que se vive en Siria y donde han fallecido más de 2 millones de habitantes.
Sin ingreso ni retorno
Chadi cuenta que hace más de un año estaba intentando salir de Medio Oriente, pero no había tenido resultados porque ni en Suecia ni en Estados Unidos -donde tiene familia - le habían permitido su ingreso.
Estuvo un año trabajando en el Líbano para juntar dinero y costear los pasajes hacia Chile. Cuenta que la situación en Beirut (la capital) es crítica, ya que falta abastecimiento para la gran cantidad de personas que buscan refugio y todo se ha encarecido.
Eso sí, no tan dramática como la situación de Homs, la ciudad donde vivía en Siria, "allá está todo muy peligroso y lo que muestran en televisión acá no es ni el 10% de lo que realmente se vive. Todo el día se teme por la vida", dice Chadi respecto a los ataques de bombas que reciben y las luchas que se originan en las calles de la ciudad y que durante el último año, según acota, ha empeorado y se ha esparcido por todo el país, convirtiéndose en una guerra civil entre el régimen y la resistencia armada.
"Allá los niños de 3 o 4 años saben de las armas y cada vez que explota una bomba debemos escondernos. La ciudad está destruida", detalla el hombre de 42 años.
Ante este panorama no dudó en venirse a Chile y comenzar una vida nueva con su familia, pero afortunadamente con el apoyo de Alberto y el trabajo que le brindó el empresario osornino Ricardo Bayelle lo está comenzado a hacer.
Hace 20 días Chadi Mori pudo reencontrarse en Osorno con su esposa Nadin, de 32 años, y sus hijos Zain y Jad, de 7 y 11 años respectivamente, quienes fueron matriculados en la Escuela Leonila Folch.
Ahora viven todos juntos en un departamento que Alberto Alaff les facilitó en calle Lynch y esperan poder estabilizarse económicamente para no depender de la buena voluntad del osornino y de a poco establecerse de forma definitiva en la ciudad.
"Es lo menos que podría hacer por una familia tan linda como la de Chadi, son gente joven y buenas personas que están pasando un mal momento y nosotros podemos ayudarlos", agrega Alberto, quien recuerda que cuando su esposa estaba viva visitaron Siria y la familia Mori los recibió de muy buena forma.
Comunidad árabe siria
Ahora Chadi y su familia están en proceso de perfeccionar su español y aunque su estadía en Osorno ha sido grata, al comienzo recibieron una decepción de parte de otros familiares, más cercanos que Alberto, que nunca se han preocupado de su llegada.
Por eso, Alberto hizo un llamado a la comunidad árabe siria local a acordarse de sus familiares en el Medio Oriente y tenderles una mano.
"Este país nos abrió las puertas hace varias décadas y gracias a eso nuestros padres lograron surgir, ahora lo mínimo que podemos hacer es ayudar a los nuestros y acogerlos como un acto humanitario, cristiano y de solidaridad", enfatiza el ingeniero civil jubilado, quien cuenta que tras tocar varias puertas el único compatriota que ofreció un trabajo para Chadi fue el empresario Ricardo Bayelle donde ahora el sirio se desempeña como despachador en la Distribuidora y Comercial Dimak.
Al respecto, el cónsul de la República Árabe Siria para las regiones de Los Ríos y Los Lagos, Emilio Aleuanlli, asegura que el consulado cumple con prestar apoyo y asesoría legal a los compatriotas, pero en caso del trabajo y estadía son ellos quienes deben buscar las oportunidades.
"No es responsabilidad del consulado ni de las embajadas gestionar la llegada de personas de otros países, eso es resorte del Estado y nosotros no podemos interferir en lo que dice el Estado", explica Emilio Aleuanlli, por lo que precisa que el apoyo que realizan es posterior a la llegada del conacional al país.
Eso sí, según la información emanada desde Santiago sabe que el país ha reaccionado a la situación bélica que ocurre en Siria y ha abierto las puertas para que lleguen entre 50 a 100 familias a Chile, aunque aún desconoce el protocolo que se aplicará para la recepción de inmigrantes.
El gobernador provincial Gustavo Salvo destaca la decisión gubernamental y explica que en el corto plazo se podrán conocer las condiciones que permitirán a las familias árabes sirias llegar de forma más estable a nuestro país.
"Chile debe ser un país muy solidario para recibir refugiados y hay una muy buena disposición del Gobierno para hacerlo. Es así como a nivel provincial estamos esperando instrucciones y ver la posibilidad de que tengamos un espacio para que ellos puedan desarrollarse de forma estable y definitiva", confirma el gobernador Salvo.
Incluso, afirma que varias personas le han consultado acerca de la posibilidad de adoptar niños provenientes de Medio Oriente, pero aún no se plantea esa posibilidad.
Inclusión
En la Escuela Leonila Folch (ubicada en calle Bilbao), la directora Luisa Monardes dice que los niños se han adaptado de la mejor forma desde que ingresaron al establecimiento el martes 1 de septiembre.
Allí los hijos de Chadi y Nadin, que cursan segundo y quinto básico, han ido aprendiendo el idioma e incluso la próxima semana su madre (Nadin) se integrará a cursos extra para poder comunicarse, ya que ahora solo sabe algunas palabras.
"Son niños excepcionales, muy respetuosos y de buen ánimo", agrega Marcela Rojas, profesora jefe del segundo básico donde estudia Zain.
Los niños terminaron el año escolar en Beirut, por lo que estos meses les servirán para adaptarse al plantel y aprender español, para luego comenzar de forma normal el año escolar en tercero y sexto básico.
"Este plantel educacional es inclusivo, por lo que recibir a los niños de origen sirio o de Perú o con necesidades especiales es parte de nuestra responsabilidad social, porque ellos como todos los niños del país tienen derechos y uno de ellos es educarse", recalca la directora, por lo que no descarta recibir más refugiados en el establecimiento.
"Es lo menos que podría hacer por una familia tan linda como la de Chadi, son gente joven y buenas personas que están pasando un mal momento y nosotros podemos ayudarlos".
Alberto Alaff Profesional osornino y descendiente de árabe-sirios
Refugiados
Llegaron desde la ciudad de Homs, en Siria, donde dejaron a sus padres y familiares, tras la destrucción de su casa.
50 o 100 familias podrían llegar a Chile para alejarse de los enfrentamientos bélicos del Medio Oriente.
4 meses lleva el árabe sirio Chadi Mori de residencia en la ciudad, luego que Alberto Alaff le permitiera llegar a su casa y le ayudara a conseguir un trabajo.
11 y 7 años tienen Jad y Zain Mori, niños que fueron matriculados en la Escuela Leonila Folch (en calle Bilbao) donde cursan quinto y segundo básico y aprenden el idioma castellano.
20 días lleva la familia de Chadi Mori y Nadin Alkhouli reunida en Osorno, tras haberse separado en el Líbano donde la a situación en el país es crítica.