"El trabajo ya se cumplió y voy de regreso a mi país por motivos de salud. Me llevo el cariño de mucha gente humilde y las comunidades huilliches de la costa, las que mejoraron su difícil calidad de vida y educación".
Las palabras corresponden al holandés Martin Bakkers Smetsers, el último integrante de la Congregación Religiosa Hermanos Penitentes, quien después de 44 años de labor en la Misión Quilacahuin (comuna de San Pablo), regresará el 29 de este mes a Limburgo, ciudad que se ubicada al sur de Holanda en el límite con Alemania.
reconocimientos
Bakkers, de 81 años y de profesión enfermero, llegó el año 1971 al sector costero de la provincia de Osorno. Durante las últimas semanas ha recibido diversos reconocimientos como el de Hijo Benemérito de San Pablo y el Servicio de Salud de Osorno (SSO) le entregó una distinción como colaborador en el área de salud en la celebración de los 50 años del arribo de la congregación holandesa de los Hermanos Penitentes al sector costero.
Al mediodía de ayer un grupo de funcionarios y ex funcionarios del Hospital de Quilacahuin le brindaron un almuerzo de despedida, donde le reconocieron su valioso aporte al funcionamiento de dicho recinto asistencial.
"Junto al resto de los miembros de la congregación contribuimos a mejorar los precarios niveles de salud y educacionales de cientos de niños y adultos vulnerables que pertenecen a las comunidades huilliches de San Pablo", explicó Bakkers sobre su labor.
22 de mayo
El hermano holandés arribó precisamente el 22 de mayo de 1971 al sector costero de la provincia. Su misión contemplaba un trabajo de dos años en los cuales debía reforzar el disminuido equipo de salud del hospital de la congregación, recinto que años más tarde pasaría a depender del servicio estatal.
"Demoré dos años en aprender el español, pero me las arreglaba con señas y el contacto con las personas para comunicarme con ellos. Aún así logré hacer mi trabajo de apoyo a la salud de los niños desnutridos, además debía colaborar en el control de enfermedades como sarna, pediculosis y desnutrición", comentó con nostalgia el misionero.
Agregó que "vine por dos años a Chile, pero me di cuenta que el tiempo pasó y ahora estoy por emprender el regreso a Holanda, donde viviré en una Congregación Religiosa. Guardo los mejores recuerdos de aquellos complicados momentos y de mucha pobreza en la Misión Quilacahuin, donde con un esforzado grupo de profesionales y personal de la salud logramos mejorar en más de un 300% los niveles de calidad en la atención y enfermedades, lo que hoy se ve reflejado en los estándares de vida", remarcó.
MISA A LA CHILENA
Este domingo, a contar de las 10.30 horas, con una misa a la chilena será despedido oficialmente el religioso Martin Bakkers en la iglesia parroquial de Quilacahuin, ubicada a 35 kilómetros de Osorno.
Se informó que en el servicio religioso estarán presentes autoridades, comunidades indígenas y vecinos del lugar para el último adiós .
1971
llegó a la costa de la
provincia el hermano Martin Bakkers, enfermero de profesión.
10.30
horas del domingo 24 se oficiará una misa a la chilena en Quilacahuin para despedir al religioso.