Alumnos del Liceo Rahue ayudan a pares de básica tras segundo mes de convivencia
Educación. Estudiantes y profesores de la Escuela Modelo comparten su local con la comunidad educativa del plantel de enseñanza media, mientras culminan las obras de remodelación del establecimiento situado en avenida Pacífico.
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"Los estudiantes más grandes son muy paternalistas con los alumnos pequeños y se ve cómo los protegen". Así describe la convivencia entre los jóvenes de media del Liceo Rahue con los niños de básica de la Escuela Modelo, Oscar Oyarzún, precisamente el director de este último establecimiento donde estudian ambos planteles educacionales.
Y es que el pasado miércoles 4 de marzo la rutina de ambos establecimientos se vio inusualmente modificada. La Modelo debió abrir sus puertas a parte del alumnado del Liceo Rahue.
Primeros y segundos medios del establecimiento secundario comenzaron el año fuera de su recinto, debido a la demolición y construcción de nuevas dependencias del edificio ubicado en Avenida Pacífico.
Mientras la comunidad educativa de básica llega a los 60 alumnos, el plantel de media colabora con aproximadamente 170 jóvenes divididos en siete cursos, quienes ocupan el mismo número de salas del ala izquierda de la escuela, donde hacen clases 12 profesores.
organización
Rodrigo Morales, director del Liceo Rahue, explicó que el horario de entrada establecido para sus alumnos es a las ocho de la mañana, mientras que los niños de la escuela ingresan media hora más tarde.
Lo mismo ocurre cuando los estudiantes salen a recreo, teniendo un total de veinte minutos, que son divididos en diez para los pequeños que salen primero y los diez restantes es el turno de los liceanos.
En el caso del almuerzo, el horario estipulado comprende 45 minutos, 30 de los cuales son destinados a la alimentación, mientras que los restantes 15 lo ocupan los alumnos de ambos planteles para interactuar.
"Una de las cosas que nos preocupaba era juntar a nuestros alumnos grandes con los pequeños de la escuela, especialmente en los recreos cuando corren o deben ir a los baños. Es por eso que tomamos la medida en conjunto de diferenciar los horarios de entrada y salida", explicó el director del Liceo Rahue.
Por su parte Oscar Oyarzún, director de la Escuela Modelo, destacó que en los pocos espacios en que ambos planteles interactúan, el comportamiento ha sido armónico, ya que entre niños y adolescentes hay muy buenas relaciones, pues comparten momentos de juego y compañerismo.
"Por ejemplo dentro de los 15 minutos luego del horario de colación vemos a grandes y pequeños jugando tenis de mesa", explicó Oyarzún, quien dirige el establecimiento que cuenta con una matrícula de 60 niños -desde el nivel preescolar a octavo básico-, los que ocupan cuatro salas en el ala derecha de las dependencias.
interacción
Los espacios donde comparten los alumnos de ambos recintos son la biblioteca, la sala de computación y casino.
"Uno de los aciertos es que los adultos hemos colocado bastante de nuestro oficio para atender a los alumnos lo mejor dentro de lo posible. Los liceanos tomaron de muy buena manera el venirse a la escuela", explicó Oyarzún.
Cuenta el director de la escuela Modelo que las salas estaban en malas condiciones para recibir a los estudiantes y que gracias a la gestión de su colega Rodrigo Morales, las reparaciones se hicieron y quedaron en óptimas condiciones.
La vuelta de mano y cooperación se ha visto reflejada en la ayuda que presta el liceo en el área de computación, ya que cuenta con un encargado informático, quien juntó en la sala los computadores del liceo y escuela, y así montaron el Taller de Computación.
Incluso, detalló que para el éxito de la convivencia fue necesario preparar a los alumnos desde junio pasado respecto al cambio que los tendrá al menos un año y medio juntos.