El martes 10 de marzo la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) presentó ante la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados, la posición del gremio frente al proyecto de Reforma Laboral.
En la oportunidad, Sergio Torretti, Presidente (s) de nuestra asociación gremial, enfatizó que la ampliación de la negociación colectiva a trabajadores por obra o faena, desconoce las realidad del sector y provocará graves efectos en las empresas de menor tamaño -las que entregan el 81% del empleo en la construcción- y en las oportunidades laborales para los trabajadores.
A diferencia de la realidad que viven otros sectores de la economía, nuestro rubro se caracteriza por obras de corta duración, contratos a suma alzada (que obligan a evaluar anticipadamente los costos) y una relación laboral acotada en el tiempo, lo que explica la baja presencia de sindicatos, lo cual, sin embargo, no ha impedido que las remuneraciones de los trabajadores aumentaran sobre el promedio nacional en el período 2004-2014.
De avanzarse en la línea planteada en la Reforma Laboral, habrá un aumento artificial de la remuneraciones, independiente de la realidad económica de cada empresa, con lo que en especial las microempresas y PYME del sector, comenzarán a quedar paulatinamente fuera de mercado. Con ello se perderán puestos de trabajo y se afectará a personas con baja capacidad de reconversión laboral.
¿Qué va a pasar si se desconoce esta realidad y se fuerza la sindicalización y la negociación colectiva? Primero, los sindicatos -que por la redacción del proyecto podrían ser incluso interempresas- tendrán gran capacidad de presión frente a empleadores obligados a entregar las obras en plazos muy ajustados. Segundo, las remuneraciones de los trabajadores que realizan una misma función tenderán a igualarse en toda la industria, independientemente de las particularidades de cada obra, la realidad económica de cada empresa y de los ciclos económicos. Tercero, las grandes empresas constructoras podrán adaptarse a este nuevo escenario, pero las microempresa y PYME del sector se verán fuertemente afectadas: van a empezar a perder contratos y progresivamente a quedar fuera de mercado. Y cuarto, al reducirse la cantidad de microempresas y PYME del sector, se perderán puestos de trabajo, lo que es una situación muy compleja para trabajadores de la construcción, con baja preparación y con escasas posibilidades de reconversión laboral.
En consecuencia, la Cámara Chilena de la Construcción solicitó a los diputados que se mantenga el régimen especial que actualmente rige para los trabajadores de la construcción, tal como ocurre en distintos países OCDE.
Ronald Scheel Bass